Nicolás Benedetti Roa lleva 141 minutos jugados y ya ha logrado estar en boca de todos gracias a los dos goles, ante Equidad y Málaga, y a sus dos habilitaciones, contra Uniautónoma y otra frente al equipo español. Debutó hace dos semanas en Copa Águila ante Boyacá Chicó, partido en el que jugó sus primeros 5 minutos como profesional.
No ha necesitado de mucho tiempo para convencer al técnico Fernando ‘Pecoso' Castro de sus cualidades: "cualquiera quisiera tener a Benedetti por el convencimiento que tiene para jugar al fútbol", asegura el adiestrador manizaleño.
Llegó al fútbol por accidente... cuando tenía 4 años perdió el control en su bicicleta al pasar un policía acostado: "me volé los tres dientes de adelante". Fue entonces cuando su papá, Francisco Benedetti y quien jugó en Santa Fe, decidió llevarlo a la escuela Estrellas del Norte.
Luego pasó a la Sarmiento Lora y de allí dio el salto a la cantera del Deportivo Cali en 2014. A mediados de este año fue ascendido al primer equipo. Todo ha pasado muy rápido, por eso sus padres, Viviana y Fernando, le piden que tenga los pies sobre la tierra: "me dicen que siga trabajando con mucha humildad y que día a día me esfuerce para ser mejor".
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Su ídolo es Lionel Messi, con quien comparte algunas características: "el cambio de ritmo, también soy fuerte en el uno contra uno y llego muy bien al gol".
En los entrenamientos en Pance es común que sus compañeros lo llamen ‘Bebé', pero confiesa que prefiere que le digan ‘El Poeta del Fútbol', remoquete que se ganó por su estilo de juego y porque comparte apellido con el desaparecido escritor uruguayo Mario Benedetti.
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Ya cumplió un sueño, el debutar con el equipo de sus amores, y asegura que trabajará ahora para llegar algún día al Barcelona, hacerse un nombre en Europa y vestir la camiseta de la Selección Colombia de mayores.