Un
remate de cabeza del defensa argentino de la 'samp' Matías Silvestre golpeó en
el larguero y cayó largamente fuera de la portería al final de la primera
parte.
El
juego continuó antes de que lo interrumpiera el árbitro Paolo Tagliovento.
Consultó al cuarto colegiado y el partido quedó parado varios minutos, con una
gran confusión por parte de los jugadores y aficionados. Al parecer el reloj
del árbitro había vibrado, como si el balón hubiera traspasado la línea de gol.
Posteriormente,
en el descanso, el cuarto árbitro se acercó a la línea de gol para probar el
sistema. Según los medios deportivos italianos, la Liga Italiana considera que
hubo "algo así como un cortocircuito" para explicar el fallo del
sistema.