"Cuando llegó como jugador hace 43 años venía a todos los partidos por el espectáculo que daba", recuerda este hombre de 69 años, que trabajaba en una imprenta, dos días después de que se anunciara el fallecimiento de El Holandés Volador en Barcelona, su ciudad de adopción.
El estreno de Cruyff en el Camp Nou, en 1973, "fue como una revelación", recapitula también Fidel Díaz Fernández, de 74 años, conductor de taxis retirado.
Una revelación por el estilo y la libertad que desplegaba este atleta de 1,80 metros, de ojos claros, que amaba "ser él mismo" y llevaba un peinado a lo Beatle.
El dictador "(Francisco) Franco seguía en el poder y no se podía llevar el pelo largo en aquella época sin que pensaran que eras un travestido. Él lo hacía", afirma Fidel con una sonrisa.
Publicidad
El extaxista de cabello gris, se echa a reír recordando el legendario gol que marcó Cruyff al Atlético Madrid, en el minuto 44 del partido jugado el 22 de diciembre de 1973.
El delantero voló hacía el palo izquierdo de la portería rival, donde, todavía en el aire, mandó el balón a la red con la pierna derecha extendida.
Publicidad
Fidel también se alegra de ver a los eternos rivales del Barça, como Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, venir hasta Barcelona para rendir homenaje y presentar sus respetos a quien "cambió la vida del fútbol", 43 años después de la humillante derrota por 5-0 del Real Madrid en casa en la visita del Barça de Cruyff.
Pero, todos destacan la revelación que fue sobre el césped. "Siempre estaba inventando algo", se emociona Franck Charles, de 70 años, autor de canciones de la hinchada del club.
De su etapa como entrenador del primer equipo, entre 1988 y 1996, "me acuerdo de una frase divertida que le decía a los jugadores antes de entrar al campo: 'chicos, diviértanse'. ¡Y se divertían!", desvela el aficionado.
"Messi es, hoy en día, quien más se parece a él", asegura bajo un gran cartel del actual equipo del Barça que adorna el estadio. "Como decía Cruyff, no hace falta correr mucho para dominar el juego, y Messi corre poco", describe.
Publicidad
Cruyff aterrizó en Barcelona dos años antes de la muerte de Franco y también se convirtió en un símbolo para el nacionalismo catalán, cercado por la dictadura.
"Era un holandés más catalán que muchos catalanes. Apoyó mucho a los catalanes en sus disputas", recuerda Franck, que destaca que insistió en llamar a su hijo Jordi, nombre regional prohibido por la administración española que quería obligarle a bautizarlo como Jorge.
Publicidad
"Bajo el franquismo, Cruyff fue el primero en llevar un brazalete de capitán con los colores de Cataluña" asegura también Jose.
"Si era independentista o no, no lo sé, pero apoyaba el referéndum de autodeterminación por el que los catalanes puedan decidir su futuro", añade el aficionado.
Ante las cámaras, el presidente regional, el independentista Carles Puigdemont, aprovechó para destacar la capacidad de Cruyff de "apostar por el talento colectivo".
"En nombre del país y de todos los catalanes, gracia", afirmó el político.
Publicidad