El técnico mexicano negó este sábado en una rueda de prensa su responsabilidad en el caso que investiga la Fiscalía Anticorrupción española, en sus primeras declaraciones públicas sobre el tema desde que se conoció que es uno de los 42 implicados en el presunto amaño del Levante-Zaragoza, disputado el 21 de mayo del 2011.
"Llevo 39 años en el fútbol profesional y en ellos no tengo ninguna mancha en mi carrera. Pueden estar seguros de eso", dijo Aguirre ante las preguntas de los medios nipones sobre el caso.
"Nunca supe de nada que contraviniera los intereses de la ética y del profesionalismo. Nunca nadie me ha regalado nada ni quiero que lo hagan", afirmó.
Aguirre no quiso pronunciarse sobre los supuestos documentos que según algunos medios españoles probarían su implicación en el amaño, ni sobre otros detalles de la investigación.
"Por recomendación de mis abogados, responderé directamente a las autoridades españolas", señaló el exentrenador del Real Zaragoza y de otros clubes españoles como el Osasuna, el Atlético de Madrid y el Espanyol.
‘El vasco' también aseguró que el proceso judicial "no tendrá absolutamente ninguna influencia" en su labor como seleccionador de Japón, ante la proximidad de la concentración de los ‘samurái blue' para preparar la Copa de Asia.
Si fuera llamado a declarar por el tribunal valenciano que lleva el caso, Aguirre acudiría "cuando no afecte a su trabajo", añadió.
La selección nipona se concentrará a partir del lunes en Chiba (este de Tokio), y partirá para el 2 de enero a Australia, donde se celebra la Copa de Asia entre el 9 y el 31 de enero.
La querella presentada por la Fiscalía Anticorrupción ante el tribunal decano de Valencia se formula inicialmente por un posible delito de fraude deportivo, para el que el Código Penal español prevé unas penas que van desde la inhabilitación profesional hasta entre uno y cuatro años de cárcel.
El fiscal argumenta que los zaragocistas dieron 965.000 euros a los futbolistas del Levante para que se dejaran ganar.
Gracias a ese supuesto amaño, el Zaragoza obtuvo los tres puntos que necesitaba para evitar el descenso a segunda división al imponerse al Levante por 1-2, lo que supuso que finalmente fuera el Deportivo de la Coruña el que bajara de categoría.