En un comunicado de prensa divulgado este jueves, la FIGC informa de que el fiscal Stefano Palazzi investiga al entrenador del Inter "por las declaraciones hechas a los medios de información" días después del partido ante el Roma y en las que arremetía contra algunas actuaciones arbitrales en la Liga italiana.
En esas declaraciones, hechas el pasado martes, Mourinho atacaba a los entrenadores del Roma, Luciano Spalletti, y del Juventus, Claudio Ranieri, por haber denunciado el penalti que fue pitado a favor de Balotelli el pasado domingo en el partido entre el Inter y el equipo capitalino y que terminó con un empate a 3 goles.
El portugués dijo entonces que si Ranieri apoyaba a Spalletti en su denuncia contra la actuación de los árbitros con el Inter, él apoya a todos los entrenadores de la Liga italiana que "han sufrido errores" arbitrales en partidos contra el Juventus.
Por ese partido entre el Inter y el Roma se está investigando también a Balotelli, por haber dirigido "gestos ofensivos hacia un futbolista rival", dice el comunicado de prensa de la FIGC.
A De Rossi se le investiga por haber expresado, al término del partido, "juicios lesivos contra la reputación de la clase arbitral y de las instituciones federativas".
Asimismo, la Fiscalía de la Federación Italiana de Fútbol investiga tanto al Inter como al Roma por "responsabilidad objetiva" en los hechos que sucedieron el pasado domingo.
Poco después de conocerse la investigación que lleva a cabo Palazzi, el presidente de la FIGC, Giancarlo Abete, pidió a los miembros de su federación que hagan un esfuerzo de moderación y mantengan la calma ante la polémica por las declaraciones de Mourinho.
"Dada por hecho la plena autonomía de la Justicia deportiva, que reflexiona, valora y decide, debemos hacer un esfuerzo de moderación en un momento en el que todos los datos de violencia en los estadios (italianos) han mejorado", afirmó Abete.
Roma (Italia)
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