En la casa del jugador sus abuelos aún conservan las imágenes de su nieto en los álbumes fotográficos.
Recuerdan que su única travesura era irse a la playa a jugar fútbol después de salir del colegio.
Marcela Guerrero, abuela de Cuadrado, afirma que el pequeño pateaba todo lo que se encontraba y regresaba a casa todo sucio.
Sair Serrano Mora, joven de Necoclí, asegura que “es todo un orgullo saber que Cuadrado es de Necoclí. Tuvo una vida muy difícil y gracias a su esfuerzo y sacrificio salió adelante”.
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El lugar a donde llegan los admiradores del jugador se llama Kiosco Los Abuelas de Cuadrado. Allí pueden ver fotografías y charlar con familiares de la estrella de la Selección Colombia.