"Queremos entrar en la liga americana, pero siempre y cuando no suponga un riesgo financiero", matizó Olivé, que apeló a las dificultades económicas de Estados Unidos para admitir que la "probabilidad" de que la entrada del club en la Liga estadounidense no se concrete "es ahora más alta" que cuando se anunció.
Aunque explicó que las negociaciones para obtener una franquicia en la MLS a partir de 2010 continúan, el director general del club aseguró que el Barça "evaluará con cautela si el cambio en la situación económica de Estados Unidos hace que el modelo se aguante o no".
Junto al empresario boliviano Marcelo Claure, propietario de la empresa de telefonía móvil Brightstar, el Barcelona estudia su entrada en la MLS a través de un equipo con sede en Miami.
El club, en teoría, se habría asegurado al menos el 30 por ciento del negocio y según anunció Olivé el pasado mes de octubre, no debería desembolsar ni un euro, sino aportar su capital deportivo y su nombre.
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"Nosotros pondremos a las personas, al entrenador, el secretario técnico y los jugadores. Todo esto está por escrito y correrá a cargo del Barcelona", explicó Olivé cuando desveló los planes del club, hace cuatro meses.
El propio Olivé matizó este viernes que el club no puede "estar en un equipo de inversión sin estar seguros de que la estructura financiera que hay detrás es suficientemente sólida", y añadió que el club catalán está "absolutamente a tiempo" de retirarse del proyecto si lo considera oportuno.
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