La principal ausencia para los locales fue la del uruguayo Luis Suárez, que siguió desde la grada el primero de los seis partidos que le quedan por cumplir de la sanción que le impuso la temporada pasada la Federación inglesa (FA).
El delantero, que ha presionado al club para cambiar de aires durante el mercado de verano, recibió un castigo de diez partidos por morder al defensa del Chelsea Branislav Ivanovic.
Pese a que el técnico del Liverpool, Brendan Rodgers, separó del grupo al uruguayo la semana pasada por unas declaraciones en las que acusó al club de incumplir su promesa de dejarle salir, Suárez se reincorporó a los entrenamientos con el resto de la plantilla tras pedir disculpas en el vestuario.
El técnico norirlandés, que ha subrayado que su objetivo esta temporada es dejar a los ‘reds' en uno de los cuatro puestos de cabeza, que dan acceso a la Champions, inició el campeonato con una victoria ante un Stoke que solo logró contener los ataques del Liverpool durante cuarenta minutos.
Publicidad
Fue a cinco minutos para el descanso cuando el Liverpool logró reflejar en el marcador el control que había mantenido hasta entonces.
Sturridge se hizo con el balón, se escoró a la derecha y soltó un disparo que el guardameta bosnio del Stoke Asmir Begovic no pudo atajar pese a estirarse por completo.
Publicidad
Con todo, Begovic pudo presumir de haber salvado a su equipo de una derrota más amplia: solo durante el primer tiempo interceptó siete balones dirigidos entre los tres palos.
También reclamó su dosis de protagonismo el arquero belga Mignolet, que debutaba en liga con los ‘reds' tras llegar este verano procedente del Sunderland, cuando a un minuto de cumplirse los noventa de juego detuvo un penalti que aseguró los tres puntos para los de Brendan Rodgers.