Esta es la historia de un sueño que no terminó con gloria pero que, no obstante, alcanzó para levantar a una hinchada sedienta de victoria, para poder reconciliar su pasado con su presente y rememorar a nivel continental el ‘ballet azul' que bailó por Sudamérica el siglo pasado.
El cuento comienza el 2 de agosto de 2007, ante cerca de 15 mil personas en el estadio El Campín. Esa noche de miércoles, tan fría, tan capitalina, el onceno azul que dirigía el uruguayo Martín Lasarte pisó en falso y perdió 0-1 ante el ignoto Coronel Bolognesi. Con el resultado en contra, los azules viajaron a Tacna con la obligación. Ricardo Ciciliano, el 10 que hasta entonces poco demostraba, fue el encargado de enviar la serie a penaltis con un gol al minuto 85. Y desde los 12 pasos la efectividad acompañó a los bogotanos.
Pero este camino de Millonarios estaba lejos de ser tranquilo. Lasarte hizo el ridículo a nivel local cayendo goleado ante Quindío y Pasto y su puesto quedó vacante. El encargado de asumir el barco azul fue un referente de la estrella 13, un argentino con alma colombiana: Mario Vanemerack.
El panorama era oscuro para el nuevo DT. Con el agua al cuello en la Copa Mustang, debía enfrentar en dieciseisavos de final de la Copa Sudamericana a Nacional, campeón del primer semestre en Colombia y encaminado al bicampeonato. Pronto, los dinosaurios del periodismo declararon que el club verdolaga entraba con tres goles de ventaja a esa serie.
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Pero la noche del 5 de septiembre de 2007 trajo consigo un giro en la historia. Millonarios, con 11 héroes frente a un estadio Atanasio Girardot a reventar, se llevó los tres puntos gracias a una remontada 2-3 en la que, nuevamente, Ricardo Ciciliano fue la figura con dos tantos.
La victoria en Medellín dividió en dos ese semestre para Millonarios. Partió la historia. Demostró que el equipo vilipendiado se había levantado para apuntar hacia la otra mitad de la gloria. Y esa sintonía quedó evidenciada en el juego de vuelta contra Nacional, con un 0-0 polémico en El Campín.
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Entonces en los octavos de final el valiente Millonarios de Mario Vanemerack se citaba con Colo Colo, el campeón chileno guiado en la cancha por Giovanni Hernández y en el banco por Claudio Borghi. ‘El Cacique' dejó una muy buena imagen en Bogotá, complicó de entrada con un golazo de Rubio, si bien Ciciliano, que había errado penalti, puso el final 1-1.
Para la vuelta en Santiago Millonarios mejoró sustancialmente. Tomó ventaja con un tanto de Andrés Mosquera y, tras el empate de Gustavo Biscayzacú, envió el juego a penaltis. Allí el debutante Eduardo Blandón se hizo gigante y dio la clasificación. El ‘embajador' pasaba a cuartos de final.
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El ‘Morumbinazo'
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Luis Eduardo Zapata es, todavía, un modesto defensor que por seis temporadas vistió la camiseta de Millonarios. Por obra divina, quizás, siempre terminó como titular. Como se dice, sentó al que le pusieron al frente. Sin embargo, en esa Copa Sudamericana no hacía parte del once inicialista de Mario Vanemerack.
Alex Díaz, un muchachito de 17 años era en esa campaña del 2007 el dueño del lateral izquierdo. El joven chocoano se afianzó en ese puesto incluso en el primer partido de cuartos de final ante Sao Paulo. Ese duelo de ida fue infierno para el azul pues los monarcas brasileños salieron como locomotoras humanas. Pero no contaban ni con un Eduardo Blandón inmenso bajo los tres palos ni con un Luis Eduardo Zapata que, venido del banco, cabalgó sobre el final del partido el estadio Morumbí para conseguir el primer triunfo colombiano en esa cancha.
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El 0-1 preparó para la vuelta, un 24 de octubre, una auténtica fiesta en El Campín. Y Millonarios les respondió a sus 40 mil aficionados en el estadio con una victoria categórica, implacable, histórica. El comandante fue una vez más Ricardo Ciciliano, autor de los goles en el 2-0. Bogotá y Colombia estaban en la semifinal de la Copa Sudamericana con un global de 3-0.
Las ‘águilas' volaron más alto
Con la euforia en las nubes y una eliminación cantada en el torneo local de fondo, Millonarios afrontaba el paso a la final frente al América de México, verdugo de Pachuca y Vasco da Gama. El primer juego de la serie fue nuevamente en El Campín, donde los visitantes se impusieron 2-3 en un partido emocionante.
En esa noche del 7 de noviembre, Salvador Cabañas, el goleador paraguayo, se apuntó dos goles en un triunfo que dejaba el camino libre para definir en casa. Por los locales anotaron Gerardo Bedoya (con un tiro libre espectacular) y Jónathan Estrada.
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La vuelta, empero, no resultó tan tranquila, pues fue empañada por la actuación del árbitro chileno Rubén Selman. El referí invalidó un gol legítimo de Carlos Castillo cuando América ya se había adelantado 1-0 con Hernán Rodrigo López. Además, expulsó al paraguayo Carlos Villagra en el minuto 10.
El equipo de Vanemerack buscó la gesta pero el mismo López marcó el 2-0 y sentenció el paso mexicano a la final. También el fin de un Millonarios brillante, con mística, quizás motivado por los premios económicos pero con el amor propio necesario para figurar a nivel continental.
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El camino de Millonarios en la Copa Sudamericana 2007:
Agosto 2: Millonarios 0-1 Coronel Bolognesi
Agosto 23: Coronel Bolognesi 0-1 Millonarios + penaltis
Septiembre 5: Atlético Nacional 2-3 Millonarios
Septiembre 13: Millonarios 0-0 Nacional
Septiembre 25: Millonarios 1-1 Colo Colo
Octubre 4: Colo Colo 1-1 Millonarios + penaltis
Octubre 10: Sao Paulo 0-1 Millonarios
Octubre 24: Millonarios 2-0 Sao Paulo
Noviembre 7: Millonarios 2-3 América
Noviembre 13: América 2-0 Millonarios.
Revise acá las mejores fotografías de cuadro 'embajador' en esa Copa Sudamericana.