El colegiado boliviano Raúl Orosco se convirtió en el gran protagonista del encuentro expulsando a dos futbolistas locales (Adrián Colombino, m.30 y Juan Cruz Mascia, m.92) y a tres del Zamora (Ángel Faría, m.20; Luis Ovalle, m.77 y John Murillo, m.92).
La expulsión de Ovalle después de cometer un penalti sobre Leandro Reymúndez inclinó definitivamente el partido para Wanderers, que en ese momento perdía 1-2.
Nicolás Albarracín puso el empate al transformar la pena máxima (m.78) y con un hombre más sobre la cancha los 'bohemios' obraron la remontada con un cabezazo de Reymúndez sólo tres minutos después.
Con el triunfo, Wanderers lidera el grupo 5, en el que además de su rival también están Boca Juniors y el Palestino chileno, que debutan este miércoles.
En lo deportivo brilló por encima de los demás el pequeño y veloz John Murillo, que pese a acabar expulsado en el descuento por encararse con Cruz Mascia, que también vio la roja, fue un martirio para el equipo local, abrió el marcador para los suyos, pudo hacer algún gol más y salvó un tanto en la misma línea de meta.
Zamora fue mucho más incisivo y peligroso durante casi todo el choque, mientras Wanderers se mostró lento e impreciso, errático y sin garra, si bien en la segunda parte empujó lo suficiente como para propiciar el penalti y la expulsión que acabarían por cambiar todo.
En la primera mitad el partido se mantuvo lineal hasta la expulsión de Faría, que abrió claros en el campo para la penetración de Wanderers.
Sin embargo, Zamora golpeó primero: un error de Colombino en la medular propició una contra de Murillo, que no necesitó de nadie más para recorrer toda la mitad de la cancha y anotar entre las piernas del meta Leonardo Burián.
La noche aún se pondría más oscura para Colombino, que poco después del gol fue expulsado y devolvería la igualdad numérica a la cancha.
No fue hasta el descuento cuando Wanderers vio luz en el costado izquierdo, desde donde Maximiliano Olivera centró a la llegada de Diego Riolfo para igualar antes del descanso.
Mejoró Wanderers a la vuelta, que salió en tromba dispuesto a poner distancias de por medio y tuvo una clara ocasión en pies de Cruz Mascia que salvó el propio Murillo en línea de gol.
El esfuerzo en vano del local fue castigado minutos después con un golazo de Arles Flores desde fuera del área, un disparo a la escuadra imposible de detener para el cancerbero de los uruguayos.
No tardó Murillo en disponer de una ocasión similar, que con Burián adelantado trató de sorprender desde lejos, pero el balón se estrelló en el travesaño.
Llagó entonces la jugada clave del partido, una gran carrera al desmarque que Leandro Reymúndez le ganó a Ovalle, que derribó al delantero bohemio dentro del área.
Albarracín empató y ante un Zamora con nueve a Wanderers no le costó hacer el tercero al saque de un córner tras un gran cabezazo del propio Reymúndez, gran protagonista de la remontada local.
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