Chile, que fue anfitrión del anterior mundial de la categoría, en 2008, viajó con varios días de anticipación al Sudamericano con el objeto de que las jugadoras se aclimaten, según dijo el técnico Rodrigo Valdés.
En el torneo de Bucaramanga, Chile está encasillado en el grupo A, junto con Argentina, Bolivia, Ecuador y Colombia y su debut será el 3 de marzo.
El Grupo B, en tanto, lo integran Brasil, Perú, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
Para el entrenador Valdés, es positivo comenzar con un rival exigente, como Argentina y por lo demás, comentó, para llegar a la final y cumplir el objetivo, "hay que ganar y pasar todas las etapas".
"Creo que es bueno enfrentar a un rival exigente de inmediato. Vamos a llegar antes, vamos a tener más días de adaptación, las niñas se han complementado bien y veo bien al grupo", añadió el técnico, que se ha propuesto emular a la selección femenina sub'17, que se clasificó al Mundial de Trinidad Tobago en el reciente sudamericano de Brasil.
"Si tomas de ejemplo a la Selección Sub 17, ellas junto con Brasil fueron las dos selecciones que llegaron antes y las dos pasaron a la final. Sin dudas, llegar antes es muy beneficioso, el organismo necesita adaptarse a estas nuevas circunstancias y creo que el estar allá nos otorga una ventaja con respecto a los otros equipos que tienen nuestro mismo clima", finalizó.
Tras jugar con Argentina, Chile se enfrentará con Colombia el 5 de marzo; con Ecuador el día 7 y cerrará su participación en la etapa el 9 de marzo, frente a Bolivia.
Los dos primeros clasificados de cada grupo avanzarán a la segunda fase y el lunes 15 de marzo se jugarán las dos semifinales: el primero del Grupo B ante el segundo del Grupo A y el ganador del grupo A con el segundo del Grupo B en busca del ansiado cupo a la final, que se jugará el 17 de marzo.
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