El PSG, ganador de la liga francesa por cuarta vez consecutiva, afronta el segundo escalón de su soñado triplete nacional, en espera de la final de la Copa de Francia, el 21 de mayo contra Marsella.
Ganador de las dos últimas ediciones de la Copa de la Liga y poseedor del récord de victorias en la prueba (5), el PSG puede de nuevo apoyarse en el sueco Zlatan Ibrahimovic para liderar su supremacía.
Marco Verratti (pubalgia) y Thiago Motta (muslo) no se han recuperado y Laurent Blanc deberá encontrar soluciones en el centro del campo, sector en el que el PSG ha construido tradicionalmente sus triunfos, para dictar el ritmo del partido y evitar el pressing de Lille.
Frente a un equipo de Lille, sexto clasificado en la liga, que ha tenido un buen final de temporada a las órdenes del técnico Frédéric Antonetti, con seis victorias consecutivas (16 goles marcados y 4 encajados), Thiago Silva y sus compañeros deberán estar atentos.
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El principal peligro por parte del Lille vendrá de Sofiane Boufal, hombre en forma en el equipo del norte de Francia, a imagen de su triplete el sábado pasado frente al Ajaccio (4-2).
Comparado a Eden Hazard por su calidad en el regate y su juventud (22 años), el internacional marroquí está dispuesto a dejar, como el prodigio belga, una huella en el Lille, antes de partir muy probablemente hacia otra liga la próxima temporada.
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Derrotado en tres ocasiones en finales de la Copa de la Liga (con Bastia en 1995, con Niza en 2006 y con Rennes en 2013), Antonetti querrá tomarse la revancha frente al PSG, su verdugo hace 21 años en la prueba, y conseguir su primer gran título en 20 años de carrera.