Antes de la Eurocopa se sabía que Bilic no iba seguir en el cargo. Había firmado un contrato con el Lokomotiv de Moscú ruso y el torneo de Polonia y Ucrania iba a ser el broche final a un trabajo que inicio hace seis años, al finalizar el Mundial de Alemania.
En un futuro, parece que no habrá una segunda parte con Croacia.
"Es un trabajo que me hizo estar orgulloso. En el Lokomotiv voy a poner mi máximo esfuerzo, pero ninguna empresa será similar a esta.
Nunca diré "nunca", pero digo con franqueza que hay que gastar mucha energía en cosas externas. No creo que pueda tener mucha energía para volver.
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Si me lo preguntan ahora, diría que no", explicó.
Bilic añadió que se siente "emocionalmente vacío y cansado", pero miró de forma optimista hacia un futuro alejado de la selección: "Miro hacia delante en el trabajo", comentó.
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Quiso destacar que durante los seis años en los que estuvo en el cargo, "sacó provecho" a muchos de sus jugadores. Puso como ejemplo al sevillista Ivan Rakitic: "Se le ve diferente ahora, se puede ver. Hay otros que con un buen trabajo individual pueden adquirir un nivel superior en su carrera y en el equipo nacional. Tuve las mejores intenciones con todos".
También fue crítico consigo mismo y calificó su trayectoria en la Eurocopa de Polonia, en la que ganó 1-3 a Irlanda, empató 1-1 con Italia y perdió 0-1 frente a España, como "fracaso personal" independientemente de que "el grupo fuese difícil".
Por último, excusó al árbitro del encuentro que perdió frente a los hombres de Vicente Del Bosque.
El colegiado alemán Wolfgang Stark podría haber pitado dos penaltis a favor de Croacia: "El que le hacen a Corluka es obvio, y el de Mandzukic es más evidente, pero no hay que juzgarlo con rencor.
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Él es un hombre como nosotros (Stark). A veces un error activa las historias de una conspiración, pero no creo en eso", concluyó.