Tigres avanzó por sexta ocasión a la final del fútbol mexicano, en tres ocasiones (1977-78, 1981-82 y Apertura 2011) quedó campeón, mientras que en dos (Invierno 2001 y Apertura 2003) fue subcampeón.
Con la ventaja en el reglamento, Tigres, del brasileño Ricardo Ferretti, administró el partido y aunque buscó la portería rival prefirió aplicarse en la defensa y dejar que sus delanteros concretaran una oportunidad en alguna llegada.
El Toluca, del paraguayo José Saturnino Cardozo, no encontró la forma de abrir a la defensa local y aunque finalizaron tres jugadas con disparos a gol, el guardameta argentino Nahuel Guzmán intervino para defender su marco.
Tanto el portero del Tigres como su colega del Toluca, Alfredo Talavera, fueron determinantes en el marcador aunque a los delanteros de ambos equipos no les llegaron muchos balones porque el partido se cerró en la media cancha.
El Toluca necesitaba un gol para avanzar, iba a la final con un triunfo o con cualquier empate, pero su técnico no arriesgó y el tiempo se le vino encima.
El paraguayo Richard Ortiz y el mexicano Jerónimo Amione, ambos del Toluca y presas de la frustración por no conseguir el resultado para su equipo, fueron expulsados al minuto 92 y 93, tras duras faltas sobre dos de sus rivales.
Más tarde, en la otra semifinal, América y Monterrey definirán al segundo finalista en el estadio Azteca, casa de los primeros.
América se impuso como visitante por 0-3 en la ida y le dejó una misión complicada al Monterrey ya que para meterse a la final tiene que golear por 4-0 o 4-1 al América y avanzar por mayor cantidad de goles como visitante, pero si recibe dos goles tendrá que marcar cinco.