El árbitro Marco Guida detuvo el encuentro durante unos tres minutos, media hora después de haber comenzado. El duelo pudo continuar después sin incidencias.
El sismo, que provocó la interrupción en Pescara, alcanzó una magnitud de al menos 5,9 y se sintió hasta en Roma, según el Instituto Nacional de Geofísica y Volcanología (INGV).
La sacudida fue más fuerte que la de 5,5 vivida dos horas antes, también en la provincia de Macerata, en el centro de Italia. La primera sacudida provocó dos heridos, según un primer balance.
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