Julio Álvarez nació en Caracas, ciudad a la que sus padres emigraron, el 1 de mayo de 1981. Desde entonces ha regresado en dos ocasiones, en las que visitó a parte de su familia que sigue en ese país.
"No he perdido el contacto; están mis padrinos, mis primos hermanos, pero por la distancia no es fácil vernos", señaló.
Hace cuatro años ya tuvo la posibilidad de acudir a esa llamada para participar en la fase de clasificación del Mundial 2010, pero declinó la oferta. "Ahora las dos partes hemos llegado a un entendimiento y tenemos un Mundial a la vuelta de la esquina para el que Venezuela está preparándose, con el objetivo de intentar clasificarse", explicó.
La clasificación para el Mundial de Brasil es especial, dado que las selecciones participantes se enfrentarán "todas contra todas, en lugar de grupos como en Europa, por lo que será más difícil pero a la vez más competitiva. "Si logras clasificarte es porque te lo has ganado en el campo y tienes potencial para ello", opinó.
El mediapunta numantino se medirá con futbolistas de primer nivel que ya conoce de la liga española como el argentino Messi, aunque lo importante, resaltó, "es defender a tu país de la mejor manera posible por encima de quien sea el rival".
En el Numancia ha comenzado esta temporada recién iniciada su segunda etapa -en la primera fue uno de los protagonistas del último ascenso del equipo soriano a Primera en la campaña 2007-2008- en la que trata de recuperar buenas sensaciones, tras una campaña en Tenerife donde vivió -y sufrió- la parte negativa del fútbol.
"Cuando un futbolista no está a gusto y no está cien por cien con la cabeza donde tiene que estar, el año pasa factura y cuando quieres estar a tu mejor nivel, necesitas un poco de tiempo y en este momento estoy ahora", apuntó.
Julio Álvarez sabe lo que es jugar competiciones internacionales puesto que ha sido internacional con las selecciones inferiores de España. Llegó a ser subcampeón de Europa con la sub-17 y campeón de la Meridian Cup de esta misma categoría en 1999, pero no dio el salto a la absoluta, a su juicio, por su falta de continuidad en Primera División "al máximo nivel".
"Me faltó un poco de estabilidad y continuidad en Primera División", reconoció.
Julio Álvarez, en su etapa internacional española, coincidió con buena parte de la flor y nata de la selección dirigida por Vicente del Bosque ya que, según ha destacado, "el ochenta por ciento de la selección sub'21 de aquella época es hoy la columna vertebral de la absoluta".