Conforme al procedimiento acordado, la Policía de Estados Unidos tiene diez días para recoger y trasladar al detenido a este país. Las autoridades suizas no precisaron cuál de los siete detenidos será extraditado ni cuando se producirá su entrega, por razones de seguridad y de acuerdo a las normas de protección de las personas que rigen en Suiza.
Según informó la Oficina Federal de Justicia de Suiza, la persona a extraditar rechazó el procedimiento simplificado de extradición poco después de ser detenido, pero en una audición realizada ayer cambió de posición y aceptó ser entregado a la Justicia de EEUU. La Oficina Federal de Justicia indicó, en ese sentido, que además el detenido ha solicitado que su nombre no sea divulgado.
Están detenidos por este caso en el cantón de Zúrich el uruguayo Eugenio Figueredo, en su calidad de vicepresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol y de la FIFA; el costarricense Eduardo Li, presidente de la Federación costarricense de fútbol; y el brasileño José María Marín, miembro ejecutivo de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Están igualmente detenidos en el cantón de Zúrich y regiones circundantes Julio Rocha, expresidente de la Federación Nicaraguense de Fútbol y funcionario de la FIFA; y el venezolano Rafael Esquivel, presidente de la Federación de Fútbol de Venezuela y miembro ejecutivo de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Además, la policía suiza arrestó a los británicos Costar Takkas, ex secretario general de la Federación de Fútbol de Islas Caimán, y Jeffrey Webb, presidente de la Confederación de Fútbol de América del Norte, Centroamérica y el Caribe, y vicepresidente de la FIFA.
Para evitar el riesgo de colusión, los siete se encuentran en distintos lugares de reclusión de Suiza. Todos ellos se encontraban en Zúrich a fines de marzo para participar en el Congreso anual de la FIFA y fueron arrestados por la Policía en una incursión a primera hora del día en el hotel donde se hospedaban.
Una fiscalía de Nueva York acusa a ese detenido de haber recibido y guardado para él sobornos millonarios que le entregaron compañías a cambio de los derechos de comercialización de eventos futbolísticos, como campeonatos regionales y continentales en Norteamérica y Sudamérica.
Sus prácticas -según la acusación- causaron prejuicio financiero a dos confederaciones de la FIFA y a distintas asociaciones nacionales.
El pasado 1 de julio, el Gobierno estadounidense formalizó el pedido de extradición contra los siete dirigentes futbolísticos.
Si la extradición es aprobada por la Oficina Federal de Justicia en algunos o todos los casos restantes, los afectados tendrán dos instancias superiores de apelación, el Tribunal Penal Federal y, el máximo órgano de justicia de Suiza, el Tribunal Federal.
El procedimiento completo podría durar así hasta seis meses.
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