Una lesión lo alejó del sueño mundialista hace 4 años y algunos dijeron que era el fin de su carrera. Pero demostró que sigue siendo una fiera en la cancha.
En el Club Deportivo Fair Play, Radamel Falcao García comenzó a mostrar sus garras a los 11 años.
“Recuerdo que cuando salían a descanso después de las clases él seguía pateando, le encantaba jugar al fútbol, él siempre lo dijo, que él quería jugar en la selección Colombia”, recuerda Hugo Cadena, director de Fair Play y profesor del ‘Tigre’.
La disciplina y la pasión lo llevaron a consagrarse en las canchas y a ser considerado como el mejor delantero nacido en el país.
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Falcao es testimonio de resurrección deportiva, pues desde su regreso al Mónaco y con la mente puesta en Rusia 2018, poco a poco fue sumando goles y demostrando su garra.
“Se caía, se levantaba, lo recogía, lo luchaba, tuvo que pasar cosas difíciles, pero realmente eso lo que fue formando en él fue ese corazón”, afirma Cadena.
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Honesto, amoroso, leal y disciplinado, el jugador 9 de la selección Colombia en realidad es todo un 10.