Rosell explicó que para finales de marzo Vilanova puede estar ya de vuelta a Barcelona. "Ya empieza a contar hacia atrás y eso para su moral es muy bueno. Nuestra prioridad absoluta, más allá de los títulos, es que Tito se recupere. Lo daría todo por bueno", informó.
En todo caso, el presidente del Barcelona desmintió tajantemente que el club haya pensando en nuevo entrenador con vistas al futuro.
En su análisis deportivo, Rosell comentó que "sin duda alguna" en cualquier colectivo se nota la falta del líder. "Los expertos dicen que a los 30 días de ausencia del líder, se produce una bajada de rendimiento", ha argumentado.
"Es normal que pueda pasar. Pero por haber bajado de rendimiento en dos o tres partidos, no hay que poner en tela de juicio a los entrenadores ni a los jugadores. Me parece un poco exagerado la reacción del entorno en este sentido. Si un día puedes perder es con el Milan o el Real Madrid, porque el rival también juega", ha insistido.
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Rosell ha recordado que el Barça está en la Liga "la competición más importante" en una buena situación. "No veo que si no pasamos (en la Champions) se hunda el mundo otra vez, seguiremos líderes en la Liga. No tengo duda de que los jugadores y los técnicos lo pondrán todo, pero esto es deporte, no matemáticas", ha añadido.
El dirigente ha admitido que en el club catalán existe históricamente "un sentimiento de derrotismo" cuando se pierde. "Espero que los socios del Barça con los años hayan madurado, se demostró el año pasado y este año también, y espero que siga así", ha indicado.
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Preguntado sobre si le preocupa Leo Messi, que ha bajado su ritmo en los últimos partidos, el dirigente azulgrana ha admitido que le preocupa como todos los jugadores azulgrana, si es que lo que ocurre es para preocuparse. "Me preocupa todo y no me preocupa nada", aseguró Rosell.