Advertisement

Advertisement

Advertisement

Advertisement

Push Gol Caracol
Reciba nuestras notificaciones con lo último de:
No, gracias.
¡Claro que sí!

Advertisement

Accidente de tránsito casi lo priva de montar bicicleta y ahora es campeón nacional

carlos-vargas-ciclista-paralimpico.jpg

Carlos Vargas fue atropellado por un carro mientras entrenada. Cinco cirugías no han frenado su ímpetu y representará a Colombia en un Mundial.
Es un ciclista paralímpico que ha tenido que sobre pasar varias dificultades entre ellas un accidente de tránsito, ahora el corredor  le sonríe a la vida y se alista para el mundial de pista en Holanda.
En su rodilla derecha lleva cicatrices de dos accidentes, cinco operaciones y la fuerza de las veces que se ha levantado, como en 2016 cuando un carro lo atropelló mientras entrenaba.
“Dije, se me acabó el ciclismo, los médicos me decían no vas a montar nunca más, pero yo pensé que tenía una posibilidad. Es Dios, creer en las cualidades y nunca perdí la fe”, dice Carlos, del seleccionado colombiano de Ciclismo Paralímpico.
Las secuelas lo llevaron del ciclismo convencional al paralímpico, en el que es campeón nacional. Ahora estará en el Mundial de Pista en Holanda del 14 al 17 de marzo.
“Es un sueño cumplido, me siento tranquilo pero por dentro siento que voy a correr un campeonato del mundo, algo que hace mucho tiempo soñé, en serio que no me las creo”, cuenta el aguerrido deportista.
Es un caqueteño de corazón paisa, a Medellín llegó hace cuatro años cuando cumplió la mayoría de edad y luego de vivir una infancia marcada por la violencia y los malos pasos.
“Estábamos pequeños, me tocó violencia, encuentros del ejército con la guerrilla, me gustaba jugar, estar con los amigos y probé cosas prohibidas, pero mi abuela me decía que me tenía en sus oraciones y de un momento a otro comencé a cambiar”, recuerda.
El deporte le ayudó a enderezar el camino al lado de su abuela, quién lo crió porque su mamá lo abandonó a los siete meses de nacido.
“Me acuerdo que ella me llevaba a una cancha de micro fútbol en Aguablanca, en Milán Caquetá, ella me llevó a la cancha, me puso a dar vueltas”, cuenta sobre sus primeros pasos en la bicicleta.
Desde entonces no se ha bajado de ella, aceptó con ilusión un nuevo rumbo y a sus 22 años en pista o ruta paralímpica le queda mucho por conquistar.

  • Advertisement