El atacante colombiano entró en el segundo tiempo y tuvo una chance de marcar al poco tiempo de ingresado. Bernardo Espinosa jugó todo el partido y Johan Mojica entro al 65’, en el equipo local.
El Villarreal de Javier Calleja sigue creciendo a pasos agigantados y esta tarde se impuso al Girona 1-2, en un encuentro en el que tres futbolistas han destacado por encima del resto: Cédric Bakambu, que ha anotado los dos tantos del conjunto amarillo, y Manu Trigueros y Pablo Fornals, asistentes del congoleño.
El partido empezó con el guión previsto. Mientras los futbolistas de Pablo Machín esperaban sus oportunidades replegados en su propio campo; el Villarreal, sabiéndose superior a su rival, manejaba el balón con comodidad y maduraba las jugadas con calma.
Precisamente, este es el gran cambio que supuso la llegada de Javier Calleja al banquillo del Villarreal. Con el madrileño al mando, el equipo vuelve a decantarse por el fútbol asociativo y los centrocampistas brillan, llevan la iniciativa y se sienten protagonistas.
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Consciente de ello, Pablo Machín intentó contrarrestar la calidad del centro del campo visitante proponiendo una línea defensiva muy avanzada, pero esto propició un nuevo problema para la zaga rojiblanca: los balones a la espalda.
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El primer aviso llegó en el minuto 5. Manu Trigueros, que jugó su partido número 225 con la elástica del Villarreal, puso un magnífico balón para Bakambu y éste colocó un centro raso que Nicola Sansone, desde el área pequeña, no acertó a rematar.
No perdonó el Villarreal en la siguiente acción. Como en la jugada anterior, Trigueros conectó con Bakambu con un excelente pase a la espalda de Juanpe. Pero esta vez, el delantero congoleño, solo contra Gorka Iraizoz, optó por disparar y consiguió el primero de los tantos de la tarde (0-1, min.9).
Tras el gol, los de Javier Calleja bajaron un poco la intensidad y el encuentro y la posesión del esférico se equilibró. Pero lejos de mejorar, la situación empeoró aún más por el Girona en el minuto 20, cuando el Villarreal logró el segundo gol.
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Con el enésimo balón filtrado a la espalda de la frágil defensa rojiblanca, Pablo Fornals habilitó a Bakambu para que completara su doblete con un fuerte disparo que entró por el centro de la portería de Gorka.
Habían pasado 20 minutos de partido y la zaga del Girona, mermada por las bajas de Pedro Alcalá y Marc Muniesa, se mostraba incapaz de atar en corto a un Bakambu que ha anotado cinco goles en las últimas dos jornadas de competición.
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A diferencia de lo que pasó después del primer tanto del Villarreal, el Girona sí que quedó muy tocado con el 0-2. De hecho, el 'submarino amarillo', incluso, tuvo una oportunidad de ampliar la ventaja, pero, en el minuto 35, la defensa rojiblanca repelió sin problemas un disparo envenenado del italiano Sansone.
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Hasta ese momento, el Girona no había gozado de ninguna ocasión clara. El equipo, condenado por la falta de acierto en la zona de tres cuartos de campo, tan solo se había acercado a la portería de Mariano Barbosa mediante algunas carreras en solitario de Borja García y Portu.
Pero justo antes del descanso, el conjunto de Montilivi, que lo intentaba más con el corazón con la cabeza, marcó el gol que le hizo soñar con el empate durante toda la segunda mitad.
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Tras un córner, Bernardo Espinosa recogió un rechace y le sirvió un balón a Cristhian Stuani al área pequeña, desde donde el uruguayo consiguió el 2-1 con un remate de tacón. Con el de este domingo, el 'killer' sudamericano ya suma cuatro tantos este curso.
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Los rojiblancos, alentados por los 9.935 espectadores que asistieron a Montilivi, buscaron el empate durante toda la segunda parte. Borja García, Pablo Maffeo, y Bernardo pudieron empatar por el Girona, pero no estuvieron acertados de cara a portería.
De hecho, dos de las ocasiones más claras de la segunda mitad cayeron del lado del Villarreal, que tuvo la oportunidad de sentenciar el encuentro por mediación de Carlos Bacca.
Jonás Ramalho, que jugó su partido número 100 con la camiseta rojiblanca, y Gorka impidieron que el colombiano pudiera conseguir el 1-3 y permitieron que el Girona mantuviera vivas las opciones de puntuar hasta el final, como en un remate de cabeza al travesaño en una jugada de balón parado.