El jugador del Manchester City afirmó que no se han podido realizar las pruebas, debido al confinamiento. Aunque mantiene la esperanza, pues en estos momentos se empiezan a sentir un poco mejor.
Kevin De Bruyne es consciente que puede estar contagiado con coronavirus. Aunque sus sospechas van bajando con el pasar de los días, su incertidumbre se convirtió en una pesadilla al no tener cómo poder hacerse una prueba.
“Al comienzo del encierro, mi familia estuvo enferma durante ocho o nueve días. Comenzó con mi hijo pequeño, luego mi hijo mayor y luego mi esposa, pero no sé si lo tuvimos o no. Afortunadamente las últimas dos o tres semanas han sido buenas”, señaló el jugador belga en declaraciones recogidas por ‘Mundo Deportivo’.
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El futbolista del Manchester City, bajo este panorama, mantiene la esperanza de que él o su familia sufra una recaída y que, con el tiempo, continúen sintiéndose mejor.
“Tenía un poco de dolor en la garganta, pero de los cuatro fui realmente bueno en comparación con los otros. Estoy feliz de que se sientan bien y ahora lo están haciendo muy bien”, finalizó.
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