El diario O Estado de Sao Paulo informó que la empresa Uptrend Development LLC, con sede en Nueva Jersey, recibió depósitos por 450.000 dólares por partido por supuestamente haber prestado servicios de "publicidad y promoción" de cada uno de los amistosos disputados por la selección brasileña, según documentos a los que el diario paulista dijo que tuvo acceso.
Tales recursos forman parte de los cerca de 1,6 millones de dólares que la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) recibía por cada partido por parte de la ISE, una empresa árabe que compró los derechos para organizar los amistosos de la selección cinco veces campeona del mundo, según el mismo diario.
La comisión por los supuestos servicios de publicidad no llegó a entrar a Brasil sino que fue depositada en cuentas bancarias de la Uptrend Development en Estados Unidos, según los términos de un precontrato al que el diario brasileño informa que tuvo acceso.
"La firma que aparece como representante de la empresa en Estados Unidos es la de Alexandre R. Feliu, nombre oficial de Sandro Rosell Feliu", según O Estado de Sao Paulo.
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El precontrato entre la ISE y la Uptrend Development prevé el pago de 8,3 millones de euros (unos 10,9 millones de dólares) por los 24 amistosos, agrega el diario.
Según este periódico, la empresa que realizaba las tareas de publicidad y promoción de los amistosos no era la estadounidense sino la suiza Kentaro.
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El diario recuerda la larga amistad que Rosell tenía con el entonces presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ricardo Teixeira, con quien tenía diferentes "acuerdos comerciales, principalmente cuando el catalán era el director de la firma Nike para Brasil".
O Estado de Sao Paulo recuerda igualmente que el presidente del Barcelona fue denunciado formalmente en Brasil por beneficiarse, supuestamente de manera ilegal, de un contrato sin licitación para organizar un amistoso entre Brasil y Portugal, y por falsificación de documentos.
Rosell fue acusado en Brasil de haber recibido 9 millones de reales (unos 3,9 millones de dólares) por haber organizado un partido amistoso entre las selecciones de Brasil y Portugal en Brasilia en 2008 sin que la contratista, la gobernación del Distrito Federal, hubiese abierto una licitación para escoger el organizador del evento.
En diferentes oportunidades desde que las autoridades brasileñas comenzaron a investigar el caso en 2009, Rosell negó las acusaciones y que esté encausado por supuestas irregularidades de alguna de sus empresas en Brasil.
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