El grupo de manifestantes salió del estadio de atletismo Celio de Barros, desactivado por causa de la obra, pasando por el parque acuático Julio Delamare, la antigua sede del Museo del Indio, hasta la entrada principal del estadio, donde se hizo una 'misa' póstuma.
"RIP Maracaná 1950-2010", decía uno de los tantos carteles de los manifestantes, que cuestionaron la extinción de los estadios de atletismo y natación, que deja a Río de Janeiro sin escenarios específicos para esas modalidades deportivas.
El número de manifestantes no fue divulgado por la organización y la Policía Militarizada y tampoco se registraron actos violentos durante la protesta.