"No veo a los jugadores convencidos, sino convencidísimos. Sabiendo de la dificultad, es un reto al alcance de un equipo de esta magnitud", ha manifestado Luis Enrique, quien ha advertido que "cuando juega el Barça, todo puede pasar".
Tras analizar la inesperada y contundente derrota de San Mamés, el técnico asturiano ha llegado a la conclusión de que "el partido no fue para un 4-0, de ninguna manera", aunque el Athletic sí mereciera ganar. "Penalizamos cantidad los errores que cometimos", aseguró.
Confía en que sus jugadores mantengan, esta vez, la portería a cero: "El no haber marcado en San Mamés nos condiciona mucho. No estamos en condiciones de permitirnos ningún error más, porque, si encajamos un gol, tendríamos que meter seis, y entonces sí que estaríamos hablando de palabras mayores".
Y ha insistido en que tiene motivos para creer en el remontada. "La temporada pasada logramos marcar cuatro o más goles en dieciocho partidos. Eso significa que tenemos potencial. Vamos a estar más frescos que en la ida y, si hacemos las cosas bien, vamos a tener opciones", aseguró.
Publicidad
El preparador del conjunto catalán ha confesado que ni siquiera piensa ya en la posibilidad de mantener vivo el sueño de lograr el sextuplete, sino en un objetivo mucho más inmediato.
"Nos ha aparecido un nuevo reto, el de lograr una remontada que nadie antes ha conseguido y eso es en lo que estamos centrados ahora. Si eso además no sirve para ganar algún título más, bienvenido sea", argumentó.
Publicidad
Del Athletic espera lo mismo que hizo en el nuevo San Mamés. "Viendo un poco lo que hicieron en la ida y el resultado que les dio, me imagino que intentarán repetir lo mismo. Siempre que hemos jugado contra ellos nos han presionado arriba y nos han dejado pocos espacios. Creo que seguirán siendo fieles a su estilo", indicó.
Espera, eso sí, que el público del Camp Nou, ayude al equipo, aunque bien es cierto que no será el ambiente habitual, ya que el partido es de pago y muchos socios culés aún están de vacaciones. "Mientras los que vayan al estadio sean del Barça y vengan a animarnos, me da igual si son turistas", comentó al respecto.
Preguntado por si se sentía decepcionado por el rendimiento de algunos jugadores, habitualmente reservas, en el encuentro de ida, Luis Enrique ha dejado claro que en su Barça ganan y pierden todos.
"En San Mamés perdimos todos, yo a la cabeza como máximo responsable", ha defendido Luis Enrique, quien añadió que "aquí no hay fondo de armario, sino un equipo, una plantilla con 25 jugadores".
Publicidad