Pelé marcó un antes y un después en el Santos al cosechar numerosos títulos brasileños e internacionales para un equipo de una pequeña ciudad portuaria y, sobre todo, por inculcar a las nuevas generaciones su estilo ofensivo, vistoso, alegre y ganador.
Todas las jóvenes joyas surgidas de la inagotable cantera ‘santista' siempre vivieron a la sombra del ‘rey' y han buscado seguir su modelo de técnica y desparpajo para tratar de equipararse con los éxitos cosechados en los años 60, cuando el club ganó prácticamente todos los torneos en los que participó.
Primero Robinho y ahora Neymar han evocado el recuerdo de los inicios del mejor jugador brasileño de todos los tiempos, autor de 1.091 goles con la camiseta del Santos entre 1956 y 1974.
El club nació el 14 de abril de 1912, fundado por un trío de deportistas que querían llevar el fútbol a Santos, ciudad a 80 kilómetros de Sao Paulo que entonces prosperaba rápidamente con el negocio millonario de la exportación de café.
Publicidad
En los años 20, en la época del fútbol aficionado, el equipo recibió elogios por su juego ofensivo, que le valió a sus delanteros el apodo de "la línea de los cien goles", aunque esta generación sería prácticamente olvidada por su falta de éxitos deportivos.
Pelé se incorporó al primer equipo con 15 años, en 1956, año en el que el club había ganado su tercer título de campeón de Sao Paulo y segundo consecutivo, gracias a una buena nómina de jugadores en la que aparecían internacionales como Coutinho, Zito y Pepe.
Publicidad
El niño prodigio enseguida se convirtió en el líder del Santos, mientras guiaba a la selección brasileña a los triunfos en los Mundiales de Suecia 58, Chile 62 y posteriormente, México 70.
En esos años el Santos acaparó casi todos los trofeos nacionales y regionales, ganó las Copas Libertadores de 1962 y 1963 y facturó las Copas Intercontinentales correspondientes, ante el Benfica y el Milán, y además era invitado a hacer giras por Europa, América, Asia y África.
El equipo tenía tantos seguidores que a veces prefería jugar como local en Río de Janeiro, a 500 kilómetros de Santos, para aprovechar el enorme aforo del Maracaná, muy superior al del Vila Belmiro, que actualmente cuenta con 15.800 asientos.
A partir del adiós de Pelé en 1974 se acabó la supremacía del equipo, que tan solo volvería a triunfar en momentos puntuales, casi siempre coincidiendo con buenas hornadas de jugadores surgidas de su escuela, que desde esa época recibieron el cariñoso apodo de ‘meninos da Vila' (niños de la Villa).
La mala gestión de una serie de directivas, que dilapidaron fortunas en malos fichajes e inversiones ruinosas, condujeron al club a una larga travesía de casi dos décadas sin títulos, que terminó con la victoria en la Copa Conmebol de 1998.
Publicidad
Al comienzo de esta década el club volvió a centrar sus esfuerzos en la formación de jugadores, para lo que se creó una escuela con instalaciones modernas, que pronto rindieron frutos con el surgimiento de una nueva generación talentosa, con nombres como Robinho, Diego y Elano.
El grupo liderado por Robinho conquistó los campeonatos brasileños de 2002 y 2004 y alcanzó la final de la Libertadores de 2003, que perdió ante el Boca Juniors.
Publicidad
Actualmente el Santos vuelve a brillar con varias estrellas formadas en casa, entre los que destaca Neymar, el principal responsable del triunfo en la Copa Libertadores del año pasado y quien, inspirado en Pelé, rechazó ofertas millonarias de clubes europeos para seguir en Brasil.
En sus cien años de existencia, el Santos ha ganado tres Libertadores, una Copa Conmebol, ocho títulos nacionales -seis de ellos en la época de Pelé-, una Copa de Brasil y 19 campeonatos paulistas, entre otros títulos.