Desde el inicio de la Copa Confederaciones que se realiza como preámbulo para el mundial de 2014, más de un millón de brasileños han salido a las calles a protestar por la falta de inversión en servicios públicos, mientras que el gobierno gasta miles de millones de dólares preparando el mundial.
Las protestas se han realizado en todo el país, incluyendo las seis ciudades sedes de la Confederaciones. En muchos casos, la policía ha lanzado gases lacrimógenos y disparado balas de goma contra los manifestantes que intentan acercarse a los estadios.
"No estamos bajo asedio, hay seguridad", indicó el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke.
El gobierno calcula un gasto de 13.300 millones de dólares en los estadios, renovación de aeropuertos y otros proyectos para el Mundial, incluyendo unos 3.500 millones para las 12 sedes de los partidos.
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Valcke y oficiales del gobierno señalaron maneras en las que todo Brasil se beneficiará de las mejoras de infraestructura para el torneo, en el que habrá 32 equipos y miles de fanáticos extranjeros entre junio y julio del próximo año.
"Creo que no es necesario detallar todo el buen trabajo que estamos haciendo", dijo Valcke. "Estamos haciendo muchas cosas buenas. Y, de nuevo, nunca es suficiente, pero no me avergüenzo de lo que estamos haciendo".
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Las manifestaciones han sido el principal problema para los organizadores de la Confederaciones, mientras que los seis estadios en Brasilia, Río de Janeiro, Belo Horizonte, Fortaleza, Recibe y Salvador han funcionado sin incidentes mayores.
La FIFA enfatizó que no existe la posibilidad de que Brasil pierda la sede del Mundial.
"No hay Plan B y, de hecho, nunca he recibido alguna oferta oficial de cualquier otro país del mundo para organizar el Mundial de 2014", agregó Valcke.
El gobierno cree que Brasil demostró que está a la altura del torneo de fútbol más importante del planeta.
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"El país pudo superar el reto de proveer la infraestructura, la logística y las condiciones para que se realicen los partidos en los estadios de acuerdo con los requisitos de esta Copa, en términos de comodidad y seguridad", expresó el ministro de deportes, Aldo Rebelo.
"Creo que todo saldrá bien para que lleguemos a la final del domingo con las condiciones ideales para que el país le ofrezca al mundo una idea de que, en 2014, Brasil podrá organizar la Copa del Mundo y cumplir con las expectativas de nuestro país y del mundo".
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