El as del técnico Gustavo Quinteros será el delantero Marcelo Martins Moreno, del Shakhtar Donetsk ucraniano, probablemente el único atacante en el debut de la Verde ante el campeón continental, Uruguay, el 7 de octubre en Montevideo.
Martins Moreno, que militó antes en el fútbol brasileño, ha sido duramente criticado por la prensa deportiva y los hinchas bolivianos por su bajo rendimiento en los encuentros de la selección este año, sobre todo en la Copa América, donde no pudo marcar ni un gol.
El delantero, que es con catorce millones de dólares el jugador mejor cotizado en la historia del fútbol boliviano, pidió hace unos días a la hinchada que entienda que no es "el salvador de la patria" porque el trabajo se hace en equipo, aunque prometió dar lo mejor de sí en las eliminatorias.
La otra figura es el cañonero de origen paraguayo Pablo Escobar, del The Strongest, que destaca en la Liga como segundo goleador, con cinco, al lado de su compañero 'atigrado' Rodrigo Ramallo.
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Escobar, que adquirió la nacionalidad boliviana en 2008, dio un susto a Quinteros hace unas semanas, por una lesión en la rodilla izquierda que le alejó de un ciclo de entrenamientos con la Verde.
No obstante, el goleador hizo gala de su recuperación al marcar sendos dobletes en los dos últimos partidos del The Strongest en el campeonato local, lo que le valió ser considerado como clave para recibir a la selección de Colombia en La Paz el 11 de octubre.
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De hecho, Quinteros ha decidido que Escobar y otros jugadores no viajen a Montevideo y se queden entrenándose con el objetivo de lograr, por fin, un buen resultado en casa.
El llamado a dar tranquilidad entre los tres palos es Carlos Arias, que militó hasta agosto en el Maccabi Netanya israelí y se acaba de incorporar al Córdoba CF español.
La selección se completa con otros cinco 'extranjeros' y 24 jugadores de siete equipos locales.
Para la anécdota quedan los intentos de Quinteros de incluir en la Verde a los argentinos Alejandro Schiapparelli y Marcelo Aguirre, que quedaron al margen del equipo porque sus trámites de nacionalización no prosperaron.
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El uruguayo William Ferreira, del Bolívar, cuyo talento para marcar goles -en media una treintena en cada temporada de la Liga local- apareció también como el posible remedio para la ineficacia boliviana al momento de convertir, aunque esta opción fue descartada por el mismo delantero.