La lección de fútbol de Teófilo Gutiérrez (OPINIÓN)

El gran protagonista de los dos duelos entre Nacional y Junior, en los cuadrangulares semfinales de Liga Águila II 2019, fue el delantero barranquillero, quien anotó los dos goles del triunfo y respondió con juego y madurez al ambiente hostil que él mismo propició. Es cierto que Teófilo Gutiérrez, la figura de Junior, no es una 'monjita de la caridad' cada vez que salta a la cancha. También es cierto que 'Teo' es un jugadorazo, con una técnica depurada y con credenciales comprobadas en el fútbol colombiano e incluso en el plano internacional, en el que fue campeón de la Copa Sudamericana y de la Liga de Argentina con River Plate. A sus 34 años y con muchos partidos a cuestas, Gutiérrez Roncancio dio este miércoles una verdadera lección de fútbol, de buen juego y especialmente, ante su irreverencia comprobada, de madurez y resistencia. 'Teo' generó un ambiente pesado en el juego entre Nacional y Junior, primero en Medellín y este miércoles en Barranquilla. Y pese a cargarse toda la presión y de tener todas las miradas, el número '29' respondió con los dos goles del triunfo de los de Julio Comesaña sobre los de Juan Carlos Osorio, en la cancha del Metropolitano. La prensa italiana informa sobre la renovación de Juan Guillermo Cuadrado con Juventus, hasta 2022 Así el ídolo de los 'tiburones' le respondió con goles y juego fino a Alexis Henríquez, con quien en el partido en Medellín tuvo un cara a cara, en el que incluso cada uno sacó a relucir sus logros en el fútbol a lo largo de sus respectivas carreras. 'Teo' salió ganador ante los hinchas que lo idolatran y lo mejor de todo, mostró madurez, no se dejó sacar de casillas pese a un codazo de Baldomero Perlaza que le dejó un ojo 'colombino' y volvió a mostrar que es el jugador más valioso y 'calidoso', como se dicen en la cancha de barrio, del fútbol colombiano por más amores y odios que despierte en los diferentes estadios del país. Él solito frenteó al encopetado Nacional, el del gran presupuesto, el de la pompa en su nómina, el del perfume en su banquillo con la presencia de un mundialista como Juan Carlos Osorio, al que Teófilo también sacó de casillas.