El fútbol inglés vivió un regreso al pasado este fin de semana, con la vuelta de los incidentes con muchedumbres que deshonraron el deporte nacional en los setenta y los ochenta, cuando los hinchas ingleses eran parias en Europa.
Casi 80 fanáticos fueron arrestados a causa de los estallidos de violencia en estadios y calles, causando temores de que "la enfermedad inglesa" había renacido.
"No puedes realmente derrotar para siempre el vandalismo en el fútbol", dijo el ministro británico de deportes Hugh Robertson en declaraciones a The Associated Press. "Se han logrado enormes avances desde los ochenta, la situación ha sido transformada, pero no parece que hayamos logrado que desaparezca para siempre, tenemos que seguir alerta y responder firmemente cuando esto ocurra".
Wembley fue escenario de las escenas más violentas desde que el remodelado estadio nacional fue abierto de nuevo hace seis años, cuando hinchas de Millwall se enfrentaron entre sí durante una derrota el sábado en semifinales de la Copa FA ante Wigan.
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Catorce arrestos se realizaron dentro del estadio, donde los desórdenes cobraron fuerza a lo largo de la segunda mitad en el área de fanáticos de Millwall. Los problemas se extendieron a la estación del metro y otros seis hinchas de Millwall fueron detenidos por una serie de delitos, incluyendo insultos racistas.
Fanáticos del club de segunda categoría, que fue notorio por sus problemas con vándalos en los setenta y los ochenta, se mofaron de su mala reputación, corteando: " No le gustamos a nadie y no nos importa", pero el estadounidense dueño del club ha dejado claro que sí le importa.
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"La reputación de nuestro club, que ha sido consistentemente y trabajosamente reconstruida en los últimos años, ha sido dañada severamente de nuevo", dijo el presidente ejecutivo de Milwall Andy Ambler tras conversaciones con directivos de la Asociación de Fútbol (FA) este lunes.
"Sabemos que ahora hay reparaciones que hacer y si hay lecciones que aprender de lo sucedido el fin de semana estoy seguro de que todas las partes estarán deseosas de absorberlas y asegurarse que esas escenas desagradables no se repitan". El lunes, Newcastle tuvo que criticar a sus hinchas.
Fanáticos de Newcastle respondieron el domingo a una derrota de 3-0 en casa ante Sunderland con disturbios en las calles del centro de la ciudad, con tres policías heridos al ser atacados durante los choques.
En una escena que provocó indignación, se vio a un vándalo golpear a un caballo de la policía. Treinta personas fueron arrestadas y Newcastle prometió proscribir de por vida de su partidos a quien quiera sea declarado culpable.