El futbolista pidió que le sea suspendida la pena carcelaria, o que se le sustituya por una multa de 21.600 euros.
En una sentencia "in voce", la sección octava de la Audiencia de Barcelona condenó al jugador a un año de cárcel en un juicio de apenas diez minutos y en el que Mascherano aceptó el año de cárcel que pactó con la Fiscalía y la Abogacía del Estado, tras devolver a Hacienda la suma defraudada.
La sentencia condena a Mascherano a un año de cárcel por dos delitos contra la Hacienda pública en los ejercicios de los años 2011 y 2012 y le impone una multa de 815.000 euros, además de la prohibición de obtener subvenciones públicas e incentivos fiscales mientras dure la pena.
La defensa de Mascherano, ejercida por los abogados David Aineto y Diego Artacho, ha pedido al tribunal que le sustituya la pena de prisión impuesta por otra multa de 21.600 euros y, si no es así, que se le suspenda el ingreso en prisión, una medida que los tribunales suelen conceder si no hay antecedentes.
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La sustitución por multa permite agilizar la cancelación de los antecedentes penales del futbolista, mientras que en caso de suspensión el procesado correría el riesgo de entrar en la cárcel si comete un nuevo delito durante los próximos dos años.
La Fiscalía apoyó la petición de la defensa, pero no así la Abogacía del Estado, que acepta que se suspenda la entrada en prisión del futbolista -por carecer de antecedentes y ser la pena inferior a dos años- pero se opone a que se le conmute por la multa de 21.600 euros que plantea la defensa.
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Los abogados de Mascherano, que basan su petición de sustitución de la pena de prisión en un artículo del Código Penal antiguo, alegan que el futbolista debería beneficiarse de esa medida -aplicada en otros casos de fortunas condenadas por fraude fiscal-, dada su disposición a devolver el dinero y a asumir los hechos.
Por su parte, la sección octava de la Audiencia -presidida por Jesús María Barrientos, uno de los tres candidatos que optan a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña- acordó decidir posteriormente sobre la sustitución porque, ha recordado, entre otras cuestiones carece de información sobre su capacidad económica.
El defensa ‘azulgrana' ya reconoció el fraude fiscal perpetrado en su declaración como imputada ante un juez de Gavà (Barcelona)) el pasado mes de octubre, una vez había devuelto los 1,5 millones de euros defraudados y otros 200.000 en intereses.
El futbolista devolvió el dinero que le reclamaba Hacienda incluso antes de que la Fiscalía de Delitos Económicos interpusiera una querella contra él por no haber incluido en sus declaraciones del IRPF de los ejercicios 2011 y 2012 los ingresos recaudados con la explotación comercial de sus derechos de imagen.
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El ministerio público sostenía en su querella que, con la finalidad de burlar su obligación de tributar, el futbolista no declaró las rentas obtenidas de la marca Nike a través de una sociedad domiciliada en Estados Unidos y simuló la cesión de sus derechos de imagen a una sociedad puramente instrumental radicada en la zona franca de Madeira (Portugal).