"Jamás me pude imaginar que se pudiese permitir que el partido siguiese en la segunda parte", declaró Pinto al concluir el encuentro disputado en el Dick's Sporting Goods Park, de Denver (Colorado), y que finalizó con el triunfo de Estados Unidos por 1-0. "Si la primera ya no se tenía que haber jugado la segunda fue demencial".
Pero el árbitro del encuentro, el salvadoreño Joel Aguilar, que al minuto 55 paró el partido para consultar con el comisionado de la Concacaf encargado de supervisar el encuentro, el granadino Victor Daniel, presionados por el entrenador de Estados Unidos, el alemán Jurgen Klinsmann, decidió que se podía continuar.
"Solicité a ambos (Aguilar y Daniel) que parasen el partido", destacó Pinto. "Deberían suspender al árbitro, porque ha permitido que se diese un espectáculo lamentable y además se insultase a Costa Rica y a las personas que llegaron al encuentro".
Costa Rica tiene 24 horas para presentar una protesta formal ante la FIFA por lo sucedido durante el partido.
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Todos los jugadores, incluidos los estadounidenses reconocieron que no se podían ver ni las líneas del campo ni tampoco se podía jugar al fútbol.
"No podías ver la líneas, no podías ver el balón, no se podía jugar", declaró el centrocampista costarricense Michael Barrantes.
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Sin embargo, Klinsmann, con la ventaja de 1-0 a favor de Estados Unidos desde el minuto 16 cuando marcó gol el centrocampista Clint Dempsey, al aprovechar dentro del área un rebote desafortunado de la defensa de Costa Rica, defendió la continuidad del juego.
"Era igual para ambos equipos y el árbitro lo que pidió cuando paró el partido fue que se viesen las líneas del campo y esas se limpiaron", explicó Klinsmann. "Por nada del mundo hubiese permitido que se suspendiese el partido".
El triunfo de Estados Unidos le permitió conseguir los tres primeros puntos del hexagonal después de haber perdido por 2-1 el primer partido frente a Honduras y le da un respiro a Klinsmann que comienza a tener problemas dentro del vestuario ya que varios jugadores no se sienten identificados con la manera como trabaja.
"Teníamos la ventaja y deseábamos que el partido concluyese, aunque las condiciones no eran las mejores para jugar al fútbol", reconoció Klinsmann.
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Dempsey, que estrenó la capitanía del equipo ante ausencia del defensa Carlos Bocanegra, que no fue llamado por Klinsmann, admitió que no se podía ver nada y especialmente en la segunda parte.
"Era muy difícil ver algo en el campo, y en la segunda parte la nieve nos llegaba por encima del tobillo y prácticamente no se podía jugar", destacó Dempsey.
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Al comentar sobre el gol que había marcado y permitió a Estados Unidos seguir invictos en los partidos de clasificación al mundial disputados durante los últimos 12 años (23-2-0), Dempsey reconoció que tuvo mucha suerte.
"El rechazo del balón fue de suerte y puede haber fallado el remate con las condiciones que había en el campo", reconoció Dempsey. "Si eso hubiese sucedido podía haber llorado toda la noche".