El pasado sábado, el técnico portugués fue expulsado en el minuto 69 del encuentro en Stamford Bridge que los "blues" acabaron ganando por 4-1, tras haber pasado gran parte del partido en conversación con el cuarto árbitro, Trevor Kettle, aparentemente descontento con la actuación del colegiado principal, Anthony Taylor.
La FA anunció en un escueto comunicado que Mourinho ha sido multado "tras admitir que ha quebrantado la norma E3", la que establece que jugadores y entrenadores deben "en todo momento actuar en interés del juego" y abstenerse de cualquier "acción violenta", "amenaza", "abuso", "indecencia" y "palabras o comentarios insultantes".
"Lo que escribió el árbitro es cierto. No fui agresivo, no fui ofensivo, simplemente hubo un desacuerdo", afirmó el miércoles Mourinho tras el encuentro de la Liga de Campeones en el que el Chelsea ganó por 0-3 al Schalke 04.
Mourinho, que podrá estar el banquillo de Stamford Bridge el próximo domingo en la visita del Manchester City, renunció a recurrir la sanción impuesta por la FA.
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El máximo organismo del fútbol inglés subrayó que la multa "es la sanción estándar para ese tipo de faltas".
Tras ser expulsado, el técnico portugués saltó la valla que separa los banquillos de Stamford Bridge y las primeras filas de asientos de la tribuna y se sentó junto a los aficionados para observar desde allí el último tramo del encuentro.
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Ante la actitud del técnico, conocido en Inglaterra por el sobrenombre "The Special One", las gradas del estadio londinense corearon "José Mourinho se sienta donde quiere".