La cultura de la afición de Medellín será puesta a prueba este sábado cuando se dispute la gran final de la Liga Postobón entre Nacional y La Equidad. Por primera vez en la historia del país un partido de esa categoría, en el que ya está asegurado el lleno total, se disputará sin la tradicional malla de protección que separa a los aficionados del terreno de juego y esto ha generado cierta angustia.
Por supuesto, esta exigencia de Fifa es un reto. El Atanasio Girardort, al ser una de las sedes del Campeonato Mundial Juvenil que empieza en julio, sufrió múltiples remodelaciones para cumplir con los estándares del ente rector del fútbol mundial y uno de ellos fue ese: la eliminación de las mallas como medida de seguridad para los espectadores y como garantía de que los aficionados se van a comportar.
La pregunta es, ¿se comportarán en esta final? Porque quién puede garantizar que en medio de la euforia por un título de Nacional la hinchada local no invada el terreno de juego para dar la vuelta olímpica con su equipo o, peor aún, que un posible triunfo de La Equidad no genere desmanes.
Ante Tolima, cuando se jugó sin malla, no estuvo habilitado todo el estadio y no pasó nada. Esta vez todas las tribunas recibirán gente, por lo que el objetivo es ver cómo se comporta la afición.
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Por eso la preocupación de las autoridades tanto municipales como deportivas. Porque se trata de una cuestión de imagen de la ciudad y, sobre todo, de preparación de cara al Mundial.
Golcaracol.com se enteró de que los preparativos en seguridad son muy fuertes, y de que la cancha va a estar prácticamente militarizada para evitar cualquier contratiempo e invasión. La Policía va a encargarse de vigilar no sólo el acceso al estadio, sino que un equipo con perros estará rodeando el campo de juego.
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Sin embargo, lo que se pide es cultura, que el aficionado se vaya acostumbrando a que el fútbol se puede vivir con pasión sin necesidad de interferir con el espectáculo. Esperemos que todo salga bien.