En un partido que concluyó con goleada del Roma al CSKA Moscú (5-1), se produjo comportamiento racista de los seguidores rusos, castigado en el artículo 14 del reglamento de disciplina de la UEFA y disturbios públicos con el lanzamiento de fuegos artificiales y bengalas, cuya sanción se recoge en el artículo 16.
UEFA ha decidido imponer una sanción de tres partidos a puerta cerrada en competición europea que el CSKA juegue como local -el primero ya lo cumplió el martes ante el Bayern Múnich- y una multa económica de 200.000 euros.
Además, el CSKA tiene prohibida la venta de entradas para sus seguidores para los próximos partidos de la Liga de Campeones que juegue como visitante.