El hispano-argentino Alfredo Di Stéfano, el francés Raymond Kopa, el español Paco Gento, el portugués Eusébio, el noirlandés George Best, los italianos Paolo Rossi o Roberto Baggio, los escoceses Kenny Dalglish y Jimmy Johnstone, el ucraniano Oleg Blokhin y el galés Ryan Giggs nunca jugaron la fase final de la Eurocopa.
A diferencia de Lev Yashin, Johann Cruyff, Franz Beckenbauer, Michel Platini, Marco Van Basten, Zinedine Zidane, Andrés Iniesta o Cristiano Ronaldo, no todas las grandes figuras del Viejo Continente pudieron lucir sus habilidades en su máximo torneo de selecciones.
- Alfredo Di Stéfano: El gran icono de la historia del Real Madrid. El hombre que cambio el destino del conjunto blanco nunca pudo defender la camiseta de España, con la que se nacionalizó en 1956, en una Eurocopa. En cambio, sí llegó a disputar (y ganar) una Copa América con Argentina. Tuvo la oportunidad de conducir al combinado español que entonces dirigía Helenio Herrera a la primera edición de la Eurocopa de 1960, pero la política lo evitó.
Después de superar a Polonia en la primera eliminatoria por un global de 7-2, con tres tantos de ‘La Saeta’, el posterior emparejamiento con la Unión Soviética en cuartos de final trastocó los planes de una selección que llegaba como favorita al título. La negativa del régimen franquista a que el conjunto español se enfrentara a la extinta URSS acabó con la posibilidad de ver a Di Stéfano en la primera Eurocopa de la historia.
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- Raymond Kopa: La primera gran estrella del fútbol francés tampoco pudo disputar la primera Eurocopa de la historia, aunque, en su caso, fue por lesión. Tras liderar a Francia , en compañía de Just Fontaine, al tercer puesto en el Mundial de Suecia 58, en el que únicamente la Brasil del emergente Pelé pudo cortarles el paso, Kopa vislumbró en la Eurocopa del 60 la posibilidad de levantar un título con ‘Les Bleus’.
El delantero del Stade de Reims, al que había retornado tras su exitoso periplo en el Real Madrid, encabezó a los galos a la clasificación hacia la fase final tras despachar con solvencia a Austria en cuartos, en una eliminatoria resulta por 9-4 a la que Kopa aportó un tanto. Sin embargo, una inoportuna lesión de tobillo le privó de acudir al torneo. Su país fue anfitrión.
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Al genio de origen polaco todavía le dio tiempo a concurrir en la fase clasificatoria para la siguiente edición, contribuyendo al pase a la ronda de octavos tras superar a Inglaterra; pero una serie de desavenencias con el seleccionador Georges Verriest supuso el final de su carrera en ‘Les Bleus’, haciendo nula la posibilidad de participar en una competición para la que, finalmente, no se clasificó Francia.
- Paco Gento: 'La Galerna', sucesor de Di Stéfano como Presidente de Honor del Real Madrid, fue también víctima del fatídico cruce España con la URSS previo a la Eurocopa de 1960. El legendario extremo izquierdo quiso resarcirse del frustrado intento con la siguiente edición, la de 1964, pero el nuevo seleccionador, José Villalonga, optó por otros planes.
Tras participar en las primeras dos rondas de clasificación para el torneo ante Rumanía e Irlanda del Norte, con gol y capitanía incluidos ante los británicos, el técnico cordobés descartó a Gento para la eliminatoria de cuartos de final ante Irlanda, en favor del zaragocista Carlos Lapetra, y mantuvo esa decisión para el campeonato en el que España fue anfitriona. 'La Roja', de azul en la final, se alzó con el título ante la Unión Soviética.
- Eusébio: El gran emblema del Benfica se quedó hasta tres veces a las puertas de estrenarse con Portugal en la Eurocopa. Y dos de ellas, ante el mismo rival. La primera decepción se produjo en la fase de clasificación para la Eurocopa del 64. En la eliminatoria inicial, a una derrota por 3-1 ante Bulgaria en la ida -el gol portugués anotado por Eusébio-, le sucedió en la vuelta una victoria por idéntico tanteo. En una época en la que no había prórroga o penaltis para resolver las igualadas, se jugó un partido de desempate entre ambos conjuntos en Roma, en el que los búlgaros ganaron por 1-0 y dejaron fuera a Portugal.
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Los lusos volverían a ser nuevamente víctimas del combinado de Europa Oriental en el siguiente intento, para la edición de 1968. En una fase de clasificación en la que ya se había instalado el formato de liguilla, los de Europa Oriental quedaron por encima de los de Eusébio, eliminando nuevamente a Portugal.
La última de las tentativas de la pantera fue la del 72. Los portugueses llegaron con opciones a la última jornada ante Bélgica, a la que, sin embargo, debían derrotar por cuatro goles en casa para acceder a la fase decisiva del torneo. El 1-1 final frustró la última intentona de Eusébio por jugar una Eurocopa.
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- George Best: Una de las grandes leyendas de la historia del Manchester United. Tan genial en el campo como extravagante fuera de él, al ‘Quinto Beatle’ lo lastró el jugar en una selección de segunda fila como Irlanda del Norte para haberse estrenado en una gran competición internacional.
Su primera participación en la fase de clasificación de una Eurocopa fue en 1968. Para aquella ocasión, se decidió que se aprovecharan dos ediciones consecutivas del histórico Campeonato Internacional Británico entre Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Los ‘Tres Leones’, liderados por Bobby Charlton, compañero de Best en el United, hicieron prevalecer su superioridad. Mientras, Irlanda del Norte finalizó última de grupo.
Para la Eurocopa del 72, Irlanda del Norte cayó encuadrada en un grupo durísimo, con la URSS y España como rivales más fuertes, imposibilitando que el combinado británico pudiese clasificarse para el torneo que albergó Bélgica.
- Jimmy Johnstone: Uno de los grandes mitos del Celtic de Glasgow no pudo exportar a la selección de Escocia la magia que desplegó para ‘The Bhoys’ desde la banda derecha. El hecho de formar parte de la mejor generación de futbolistas de la historia del país, con una dura competencia en la delantera, redujo su participación en el combinado nacional a 23 partidos en los diez años que se enfundó la camiseta azul. Ninguno, en una Eurocopa.
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Una fase de clasificación entre conjuntos británicos, primero, y una apretada con Bélgica y Portugal de rivales después privaron a la selección escocesa y a Jimmy Johnstone de acudir a los torneos del 68 y 72.
- Kenny Dalglish: Otro histórico del Celtic de Glasgow y leyenda viva del Liverpool. ‘The King’ participó con Escocia en el camino de hasta cinco Eurocopas distintas, pero no pudo consumar la clasificación de ninguna de ellas, en varias de las cuales se dio la casualidad de ser víctima de la selección de Bélgica, que vivía su era dorada.
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Ni en la edición del 72, cayendo ante portugueses y belgas; ni en la del 76, eliminada por España y Rumanía; ni en la del 80; ni en la del 84, en ambas con ‘Les Diables rouges’ nuevamente como verdugos; ni en la del 88, para la que se clasificó Irlanda con Bélgica nuevamente encuadrada en su grupo, pudo competir la estrella del Liverpool, quien, al menos, sí disputaría tres Copas del Mundo.
- Oleg Blokhin: El célebre delantero ucraniano, soviético en sus tiempos de corto, fue uno de los grandes referentes del fútbol del Este. Lamentablemente para él, su apogeo como jugador, que le llevó a ganar el Balón de Oro, coincidió con uno de los periodos más decadentes de la selección soviética.
Primero quedó fuera del combinado que quedó subcampeón en la Eurocopa del 72, ya que el seleccionador Aleksandr Ponomarëv prefirió que acudiera a los Juegos Olímpicos de Múnich de ese mismo verano, en el que se alzó con la medalla de bronce. Posteriormente, tras superar la fase de grupos de clasificación para la edición del 76, sucumbió en la eliminatoria previa de cuartos ante Checoslovaquia, eventual campeón con el icónico penalti de Antonin Panenka.
La clasificación para el torneo del 80 fue aún más frustrante, quedando último en un grupo con Grecia, Hungría y Finlandia. En la del 84, Portugal les apeó en la última jornada. En la del 88 pudo contribuir en el acceso a la fase final de los suyos, pero su seleccionador y mentor, Valeri Lobanovski, lo dejó fuera del torneo.
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Blokhin consiguió finalmente desquitarse en una Eurocopa, aunque no lo hizo sobre el césped, sino desde el banquillo, cuando dirigió a su Ucrania natal, veinte años después de la desintegración de la URSS, en la edición de 2012, en la que fueron anfitriones.
- Paolo Rossi: Uno de las mayores figuras del fútbol italiano de los ochenta, coronado con aquel Mundial de 1982 en el que fue la gran estrella. Sin embargo, con la Eurocopa no desarrolló la misma afinidad.
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Tras protagonizar un gran campeonato del mundo en Argentina 78, Rossi estaba llamado a liderar a Italia en la Eurocopa del 80, en la que los transalpinos ejercían de anfitriones. Desgraciadamente para él, su implicación en un escándalo de apuestas clandestinas en el ‘calcio’ italiano, el caso ‘Totonero’, le apartó del fútbol por dos años justo antes del torneo.
‘Il Bambino d’Oro’ cumplió la sanción a tiempo para guiar a la ‘Azzurra’ en el Mundial de España, pero no pudo extender su proeza en la Eurocopa del 84, para la que ni siquiera se clasificaron después de una nefasta fase de grupos.
- Roberto Baggio: Otro de los grandes talento. ‘Il Divino’ dejó a todos boquiabiertos con su centelleante irrupción en el Mundial del 90, pero falló, junto al resto de su selección, en la clasificación para la Eurocopa del 92 en Suecia.
Tras completar un gran Mundial en Estados Unidos 94, momento culmen de su carrera, una serie de desencuentros con el entrenador Arrigo Sacchi le dejó fuera de la Eurocopa de Inglaterra 1996. Su sustituto en el banquillo transalpino, Cesare Maldini, con quien también había tenido varios roces en la sub'21, lo recuperó para la causa en el Mundial del 98.
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No obstante, su reemplazo, el mítico Dino Zoff, apenas contó con él en la fase de clasificación para la Eurocopa del 2000 y también lo descartó para la fase final del torneo. Finalmente, y después de cinco años sin ir convocado con el combinado nacional, el último de sus seleccionadores, el veterano Giovanni Trapattoni, tampoco lo incluyó en la lista del que pudo ser su último torneo, la Eurocopa de Portugal 2004.
- Ryan Giggs: Como George Best, otro pedazo del escudo del United. Y, al igual que el norirlandés, otra víctima de militar en una selección entonces poco competitiva. El extremo de Old Trafford llegó a disputar en edad cadete encuentros con los ‘England Schoolboys’, la selección sub'16 de Inglaterra, pero la legislación de entonces y su deseo de defender los colores del país de sus padres lo decantaron a jugar en Gales.
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Hasta en cinco ocasiones se quedó en el camino de disputar el máximo torneo de selecciones europeo, en una época aciaga de Gales en la que él cargaba con todo el peso de la camiseta. La irrupción de los Gareth Bale, Aaron Ramsey o Ashley Williams coincidió ya con el tramo final de su carrera y se despidió del fútbol sin figurar ni en una Eurocopa ni en un Mundial.
A cambio, y en reconocimiento a su gran trayectoria, un veterano Ryan Giggs de 38 años fue convocado para capitanear a la selección unificada de Reino Unido y competir en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, en los que cayó en los cuartos de final por penaltis ante Corea.