Las autoridades condicionaron la vuelta del campeonato a que los partidos se celebren sin público y en estadios dependientes de las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad de la competición.
La Federación anunció que la Liga comenzaría el próximo 1 de febrero, aunque horas más tarde precisó en una nota que retrasará su inicio al 2 de febrero como muestra de solidaridad con las víctimas de la masacre.
El presidente de la Federación, Gamal Alam, convocó a los familiares de las víctimas y los dirigentes de los clubes egipcios a una reunión el próximo 12 de enero para organizar los actos conmemorativos del primer aniversario de la tragedia.
El inicio de la Liga estuvo envuelto en polémica, ya que los hinchas del club cairota Al Ahly rechazan su reanudación hasta que se haga justicia por las víctimas de la masacre de Port Said, ocurrida el 1 de febrero de 2012 cuando se enfrentaron seguidores de este equipo y del local Al Masry.
El pasado 15 octubre, la Federación de fútbol optó por retrasar "sine die" el comienzo de la Liga, dos días antes de su inicio oficial, debido a la falta de las autorizaciones pertinentes de los servicios de seguridad.
En la actualidad, hay un juicio abierto en Egipto contra 75 personas acusadas de asesinato premeditado, posesión ilícita de armas y destrucción de propiedades públicas y privadas, por estos sucesos.