El joven futbolista, según apuntan las mismas fuentes, comparecerá ante la Fiscalía napolitana el próximo 15 de septiembre.
La Policía notificó este mismo martes la citación judicial a Balotelli, quien actualmente se encuentra concentrado con la selección italiana en Florencia (norte) para el partido de clasificación para la Eurocopa 2012 de Hungría y Polonia, contra el combinado nacional de Eslovenia.
El pasado mes de junio, el periódico local de Nápoles "Il Mattino" publicaba un informe policial que detallaba la visita de Balotelli en 2010 a una zona tradicionalmente controlada por la Camorra, la mafia napolitana, y conocida por el tráfico de droga.
Balotelli se encontraba en "el barrio de Scampia la mañana del 8 de junio de 2010, en compañía de dos miembros importantes de dos de los clanes más poderosos de la periferia norte de Nápoles, Salvatore Silvestri, del clan "Lo Russo", y Biagio Esposito, del clan de los "escisionistas", señalaba el informe dado a conocer por el diario.
Primero el representante del futbolista, Mino Raiola, y después el propio Balotelli rechazaron que el delantero del Manchester City mantuviera ninguna relación con el crimen organizado.
Balotelli explicó en un comunicado oficial que, con motivo de su visita a Nápoles para recoger el premio "Golden Boy", pasó unos días de vacaciones en la ciudad y pidió visitar varias zonas que no se encuentran normalmente entre los itinerarios turísticos.
"Pedí visitar esas zonas que están fuera de los itinerarios turísticos porque sabía que existe otra realidad después de haber visto la película "Gomorra", que me marcó mucho. Quise verla en persona para intentar entender los graves problemas de la periferia de Nápoles de los que se habla", explicó Balotelli.
El futbolista narró que, tras visitar el céntrico Barrio Español de Nápoles, en el que jugó al fútbol con varios niños, atravesó también la zona de Scampia.
"Al poco tiempo yo mismo pedí que nos fuéramos porque me di cuenta de que la situación podía ser peligrosa", añadió.
Balotelli dijo estar "profundamente disgustado" porque "una iniciativa realizada de buena fe" se utilizara en su contra y reconoció haber pecado de ingenuo al realizar esa visita.
"Me doy cuenta de que fui un ingenuo", concluyó entonces el internacional italiano.