"Es el 'Tigre' Falcao": el gol que se gritó con el alma en el Kazán Arena y en Colombia entera

El capitán de la Selección Colombia fue el gran protagonista de este domingo tras anotar su primer gol con el combinado nacional en un Mundial y contribuir en la victoria 0-3 sobre Polonia. Cuatro años de lucha y sacrificio fueron recompensados.

Cuatro años esperando este momento. Cuatro años y por fin pudo gritar un gol en un Mundial con Colombia, y de qué manera. Pero no lo gritó solo él, lo gritaron 50 millones de almas que esperaron con ansias que este momento llegara.

Radamel Falcao García, el ‘Tigre’, el capitán de campo, el máximo goleador de la Selección Colombia en su historia al fin dijo presente en una Copa del Mundo, después de tantos momentos difíciles y sacrificios.

Lo hizo en Rusia, en un partido redondo frente a Polonia en el que salió a relucir el talento, el amor y la verraquera de un grupo con hambre de gloria que no estaba dispuesto a irse sin antes dar la pelea.

‘El Tigre’ fue uno de esos ‘guerreros’ que se entregó en la cancha, con amor y sacrificio, como es su costumbre, para asociarse con todos sus compañeros y darles posibilidades en el ataque.  

Falcao García empezó participando poco del juego de este domingo porque fue Polonia la que tomó la iniciativa en los primeros minutos. Pero una vez Colombia se acomodó en el partido, apareció nuevamente para imponerse por arriba y bajar hasta el medio para recibir y colaborar con la marca.

En el minuto 20, García Zárate dio un primer campanazo. James Rodríguez le sirvió el balón por la derecha y el delantero del Mónaco, de Francia, sin ángulo, intentó entregarle de taco el balón a Cuadrado, pero el defensor polaco despejó el peligro.

Después, en el minuto 37, el capitán hizo una jugada individual cerca del área rival que derivó en el tiro de esquina que precedió el gol de Yerry Mina y que abrió la senda del triunfo para Colombia.

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En la segunda mitad llegaría su momento consagratorio. En el 69’, Juan Fernando Quintero le dio un pase entre líneas a Falcao, que el delantero mandó al fondo de la red tras cachetearla con el borde externo de la pierna derecha. ¡Goool de Colombia! ¡Gool del Tigre! ¡Goool de la perseverancia y la fe!

¡Terminó la espera! Falcao García anotó en un Mundial y puso el 2-0 frente a Polonia Falcao anotaba por primera vez en un Mundial y le daba el 0-2 a Colombia sobre Polonia, que la volvía a poner en carrera para clasificar a los octavos de final de la máxima cita orbital, cuando parecía que la derrota en el debut había sentenciado la eliminación.

En ese momento, todos los aficionados colombianos en el estadio Kazán Arena se pusieron de pie para presenciar un milagro. Un milagro llamado Falcao García. No fue un gol lo que vieron esos miles de hinchas en las tribunas. No. Fue un desahogo, fue un grito eterno que se quedará por siempre en la mente y el corazón del pueblo colombiano, porque su ídolo más grande, por quien más hicieron fuerza, anotó un gol en el Mundial.

"Es el 'Tigre' Falcao, es el 'Tigre' Falcao, es el 'Tigre' Falcao" entonaron los hinchas emocionados tras la anotación del atacante nacido en Santa Marta, Magdalena.

Mientras tanto en la mente de Falcao pasaba una película de su vida. Pasó el momento en el que, siendo un niño, se imaginó ese instante y lo empezó a trabajar. Pasaron los mensajes de aliento que recibió cuando, desafortunadamente, se lesionó en la rodilla y no pudo estar en el Mundial de Brasil 2014.

Pasó el apoyo incondicional de su familia, representada en su esposa Lorelei Tarón y sus hijas. Pasó el día en el que le dijeron que no podría volver al mismo nivel y él demostró que aún le quedaba fútbol en sus piernas para escribir otro capítulo más de su historia. Todo en un instante.

Después de ese gran momento, el técnico José Pékerman lo sacó del campo de juego, en el minuto 76, y le dio paso a Carlos Bacca.

Antes de abandonar la cancha, ‘El Tigre’ buscó a su socio, a su amigo, James Rodríguez y le entregó la cinta de capitán. Un gesto de nobleza que demuestra que no hay egos ni envidias en el grupo, todos tiran para el mismo lado.

La despedida no pudo ser mejor para él, los aplausos y el coro al unísono de “Falcaooo, Falcaooo” se tomaron el estadio, que despedía a un ídolo que todavía no termina de escribir su historia con una camiseta que lo ha llenado de gloria infinita.

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