Abidal, que desde marzo de 2011 lucha por su salud, jugó a las órdenes de Eusebio Sacristán, en un partido en el que también participó otro jugador del primer equipo: Jonathan dos Santos.
El 10 de abril del año pasado, a Abidal le fue trasplantado un trozo de hígado, donado por su primo Gerard. Tras la operación, los médicos anunciaron que tendría que medicarse de por vida y que sería complicado que volviera a jugar a nivel profesional.
El calvario del jugador se inició en marzo de 2011. El club anunció que a Abidal se le había detectado un tumor en el hígado. Tras la operación, el lateral francés volvió a jugar. Fue el 3 de mayo de 2011 cuando disputó unos minutos en la vuelta de la semifinal de la Champions ante Real Madrid.
En sus primeras declaraciones tras la intervención quirúrgica, Abidal aseguró que después de lo ocurrido lo relativizaba todo: "Miro la vida de otra forma", dijo.
Publicidad
El momento culminante de la temporada lo vivió el 28 de mayo de 2011 cuando levanta en Wembley la Champions conquistada por Barcelona ante Manchester United (3-1).
Carles Puyol, capitán aquel día, le cedió el brazalete con la 'senyera' y Abidal es el encargado de levantar el trofeo. Juega con asiduidad hasta finales de febrero de 2012.
Publicidad
El 29 de febrero disputa un amistoso con la selección francesa en Bremen frente a Alemania (1-2). Disputa todo el partido, pero al regreso se anuncia su baja debido a una pubalgia. Quince días después, el Barça comunica que el jugador deberá ser sometido a un trasplante de hígado.
La operación se realiza el 10 de abril de 2012, recibe el alta hospitalaria a finales de mes. En junio empezó a visitar la Ciudad Deportiva del Barça para encarar el proceso de recuperación.
A finales de agosto de 2012 comienza a realizar trabajo de preparación física en el club. En octubre participa en una estadía de preparación en altura y a finales de noviembre toma parte en el primer entrenamiento, aunque al margen del grupo.
Los médicos anunciaron a mediados de diciembre que Abidal podrá volver a jugar a fútbol y empieza a entrenarse con el resto del equipo.
Publicidad
El francés participó en un amistoso con el filial ante el Istres, de la segunda división francesa, una gran noticia para el barcelonismo, que espera expectante la próxima: el inminente regreso de Tito Vilanova después de dos meses de tratamiento en Nueva York.