Tadej Pogacar se muestra insaciable. Dos semanas después de su demostración en el Tour de Flandes, el esloveno regresa a la competición el domingo con la ambición de conquistar la Amstel Gold Race, para la que parte como indiscutible favorito.
"Mi primavera ya es un gran éxito pero aún tengo hambre de gloria", avisa el corredor, que ya ha levantado los brazos en señal de victoria en diez ocasiones desde el inicio del año.
De Michal Kwiatkowski (último ganador de la prueba) a Benoît Cosnefroy, pasando por Tiesj Benoot o Tom Pidcock, los demás candidatos a la victoria están avisados: aunque el doble ganador del Tour de Francia anunció su participación hace apenas unos días, no acudirá para ejercer un papel secundario.
Y en ausencia del neerlandés Mathieu van der Poel (ganador en San Remo y en la París-Roubaix) y del belga Wout Van Aert , que pusieron fin a su primavera el pasado domingo en el 'Infierno del Norte', Pogacar deberá en esta ocasión lucir en solitario la vitola de hombre a batir.
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Tampoco correrá esta carrera el belga Remco Evenepoel, llamado a ser el principal rival de Pogacar , pero finalmente no forma parte de su preparación para el Giro de Italia.
La única clásica neerlandesa del calendario corresponde al perfil del esloveno. Sinuoso, nervioso, con 33 subidas a menudo cortas pero secas en los 253 kilómetros por la región de Limburgo, en Países Bajos.
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"Yo sólo la disputé en una ocasión y recuerdo que es una carrera larga y difícil, con muchas ascensiones", apunta el líder del equipo UAE.
Hace cuatro años, cuando aún estaba lejos de ser la estrella que es actualmente, no logró llegar a la meta.
'La condición no ha desaparecido'
"He realizado algunas buenas sesiones de entrenamiento en mi casa en Mónaco", explica Pogacar. "Tengo la sensación que la condición de estas últimas semanas no ha desaparecido.
Quiero seguir centrado hasta la Lieja-Bastoña-Lieja", afirma el corredor, que podría participar también el miércoles en la Flecha Valona.
Para contrariar las ambiciones del esloveno se perfila uno de los líderes del Ineos. Ganador el año pasado y en 2015, el polaco Michal Kwiatowski estará asociado al británico Tom Pidcock, ganador de la Strade Bianche al inicio del curso, pero frenado después por una conmoción cerebral.
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En el Jumbo-Visma, en ausencia de Wout Van Aert, tercero en la París-Roubaix, el belga Tiejs Benoot tendrá más independencia.
Tercero el año pasado, el reciente vencedor de la Kuurne-Bruselas-Kuurne "adora la Amstel, que es un poco un Tour de Flandes sin los adoquines".
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Benoît Cosnefroy será, por su parte, la principal opción de victoria francesa. El líder del AG2R-Citroën terminó en segunda posición por un milímetro detrás de Kwiatkowski.
"Hacerlo mejor" es su objetivo, convencido de que Pogacar no es imbatible.
"Cuando los tres fantásticos (Van Aert, Van der Poel, Pogacar) están juntos, sabemos que será uno de los tres quien ganará. Cuando sólo está uno de ellos, es posible batirlo", asegura Cosnefroy.
"La última dificultad (el Cauberg en el kilómetro 234) está situada lejos de meta. Todo el mundo querrá ponerse a rueda de 'Pogi' y no será fácil para un hombre solo marcar la diferencia" .
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