¿Y si el Tour de Francia se decidiera por los segundos de las bonificaciones? Diez segundos solo separan a Tadej Pogacar del líder y maillot amarillo Jonas Vingegaard antes de la contrarreloj de la decimosexta etapa de este martes.
Es apenas el tiempo de una carrera de atletismo de 100 metros... tras más de sesenta horas de carrera acumuladas, cuando se va camino de los 3.000 kilómetros en las carreteras del País Vasco español, del Puy de Dôme, y de las montañas de los Pirineos y de los Alpes.
"Es un gran duelo, un gran espectáculo. Hasta el final, será una bonita batalla", predice el mánager del UAE-Emirates, Mauro Gianetti. "Se dice desde el inicio que este Tour va a jugarse por segundos y será probablemente el caso. No se esperaba que estuvieran tan cerca". Diez segundos, cuando queda menos de un tercio de carrera.
Diez segundos es también la bonificación de tiempo acordada a un vencedor de etapa, con excepción de la contrarreloj de este martes.
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Seis segundos van al segundo clasificado de etapa y cuatro al tercero.A ello se añaden las bonificaciones en algunos puertos de montaña, algo que había desaparecido el año pasado y que ha vuelto en esta edición.
Solo ha habido cinco puertos con puntos en este Tour con bonificaciones. Y solo resta el miércoles el Col de la Loze.
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En el Col de Joux Plane, en la decimocuarta etapa, el danés Vingegaard se hizo con los ocho segundos del primero en subir el puerto, Pogacar se llevó los cinco del segundo y el español Carlos Rodríguez, quien ganaría la etapa, los dos del tercero.
Pogacar mejor en bonificaciones
En total, el esloveno Pogacar, más explosivo, coleccionó 41 segundos de bonificaciones desde el inicio del Tour, 18 más que su rival. "Tal vez el último día, no sirvan para nada, pero puede ser también algo muy apretado", explicaba en la segunda etapa del Tour el líder del UAE-Emirates, en la línea de su mánager.
"No creo que la primera plaza se decida por segundos", aseguraba al contrario, el sábado, su rival danés, que defiende el título. "Pienso que llegaremos a un momento en que uno de nosotros tomará tiempo respecto al otro", dijo Vingegaard.
"Tenemos estos segundos de bonificación en mente", reconoce el entrenador de Jumbo, Frans Maassen. "Por el momento, es un tema de segundos, pero es posible que eso se transforme en minutos. Mire a muy buenos ciclistas como Thomas Pidcock, Simon Yates o Pello Bilbao", añade.
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Solo queda una etapa alpina el miércoles, junto a la contrarreloj montañosa del martes, así como una última posibilidad de escapada en los Vosgos para uno de los dos rivales, la víspera de la llegada a París.
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Podría darse un escenario loco: si la desventaja mínima se mantuviera al inicio de la 21ª y última etapa hacia París, los dos equipos tratarían posiblemente de arañar segundos con las bonificaciones de la llegada.
Esta última etapa de desfile por los Campos Elíseos suele ser un trámite, con alguna excepción, como la contrarreloj final de 1989, cuando Greg LeMond desplazó del liderato a Laurent Fignon por ocho segundos.