En su momento, Daniel Ricciardo, corredor de Fórmula Uno (F1), hizo una apuesta con Cyril Abiteboul, quien fue su jefe cuando corrió para la escudería Renault. El trato consistía en que Abiteboul se tatuaría lo que Ricciardo quisiera, siempre y cuando, este último culminará en el podio de una carrera.
Y el piloto australiano lo logró en el Gran Premio de Alemania de la temporada pasada. Sin embargo, el tiempo pasó y parecía que el viento se había llevado las palabras de Abiteboul. Todo hasta que hace pocos días cumplió con la apuesta.
“Una apuesta es una apuesta”, escribió Ricciardo en un ‘post’, en su cuenta de Instagram para anunciarle a sus seguidores que su antiguo jefe se tatuó, en la pantorrilla de su pierna derecha.
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Aunque cueste descifrar la figura que quedó en la pierna de Abiteboul, seguramente, nunca olvidará este particular momento que vivió con Daniel Ricciardo.