La tenista colombiana Camila Osorio define el tenis como "un arte muy hermoso". Con la idea de dominar su práctica, y con mentalidad "de esponja", a comienzos de año dejó su país y se instaló en Barcelona para ponerse bajo la dirección del español Albert Costa, campeón de Roland Garros en 2002.
Esta semana ha recogido en el torneo de Madrid los primeros frutos de esa apuesta: llegó a tercera ronda y presentó batalla ante la número dos del mundo, la bielorrusa Aryna Sabalenka. Tras dos meses parada por una lesión en un muslo, Osorio vuelve a creer en su juego, sabe lo que debe corregir y se siente "en una etapa muy bonita" de su vida y su carrera.
Los torneos de Reus (Barcelona), Roma y Roland Garros son sus próximos objetivos, siempre convencida de que "lo principal es tener salud", porque la actitud en la cancha se da por descontada. Todo esto y más, lo dijo en entrevista con EFE.
Llegó a Madrid como invitada y se marcha con dos victorias y con un muy buen partido ante Sabalenka. ¿Qué sensaciones se lleva?
"Muy buenas. Llevaba dos meses sin competir y regreso con tres muy buenos partidos, dos que gané y otro ante la número dos del mundo, un partido de tú a tú en el que tuve mis oportunidades. Me hubiese gustado tomarlas, pero hace parte del proceso. Estoy muy feliz y agradecida. Tengo que seguir trabajando, hay muchas cosas por mejorar todavía pero me gusta cómo he avanzado y en el nivel en el que estoy ahora".
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¿En qué debe mejorar?
"En todo. En la parte física, estar más fuerte para aguantar más partidos seguidos y evitar las molestias musculares, y en la parte del tenis creo que en el saque, ser más consistente con él.
En el partido ante Sabalenka jugué mucho con segundo saque, demasiado, y eso me afecto. Hay que mejorar en todos los aspectos".
¿Cómo se siente tras el largo periodo de lesiones?
"Ante Sabalenka tuve una carga en la pierna debido a mucho tiempo sin jugar partidos, dos meses. Regresar siempre es fuerte, y más a un nivel tan alto como este. Los partidos son muy exigentes y yo sigo preparándome en la parte física. Pero me siento mucho más fuerte".
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¿Qué enseñanzas saca de su paso por Madrid?
"Empiezo a creer de nuevo en mi juego, en mi tenis. Me saco que la actitud es muy importante, el estar ahí en todos los puntos. Contra Marta Kostyuk (36 WTA) tuve siete 'break points' en el segundo set y terminé sacando ese juego y eso creo que cambió todo el partido. Y con Sabalenka, 4-1 abajo y remonté. Todo es parte de la experiencia, hay que ir creyendo más, confiando más. Me quedo con la lucha y el esfuerzo que hice en cada partido".
Gracias a sus resultados en Madrid volverá a estar en torno a las cien primeras de la clasificación mundial (115 antes del torneo). ¿Está muy pendiente de ello?
"Me da un poco de tranquilidad, aunque el ránking es un número y trato de pensar no mucho en eso y enfocarme en jugar, en pasarlo bien en la cancha. En estos partidos en Madrid me gustó mi actitud, estuve peleando todos los puntos en la cancha, sin importancia del resultado. Si sigo progresando en el ránking, perfecto
, pero eso solo es el resultado del trabajo que uno hace".
Le gusta mucho interactuar con el público...
"Uff... ¡amo! En general me lo paso muy bien en la cancha, pero también disfruto de que los espectadores vean el tenis y hacerles parte de lo que una vive en la cancha. Soy muy emocional y celebro todo".
Desde principios de año entrena en Barcelona con Albert Costa. ¿Cómo va el cambio?
"Estoy en el TEC Ferrer Salat trabajando con Alberto Costa, Ana Alcázar, Carlos Aguilar... todo un equipo de profesionales. Ha supuesto muchísimo cambio. Me di cuenta de que había muchas cosas que tenía que corregir y que me iban a dar más confianza. Lamentablemente, por el tema de las lesiones estoy empezando de a poco otra vez, pero he trabajado mucho la parte física, la de nutrición. La parte de jugar, no sé si tanto la cambié, pero me piden que sea muy sólida, un poco más agresiva también. Ha sido un cambio grande para mí, yo venía de estar entrenando en mi casa, en Colombia, a hacerlo en otro continente, en Barcelona. Pero me ha gustado mucho y me ha servido para mi crecimiento como tenista y como persona. Es una bonita etapa de mi vida y estoy feliz y tranquila".
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Albert Costa, ganador en 2002 de Roland Garros, era un maestro del juego sobre tierra. ¿Está enfocada en esta superficie?
"También es mi mejor superficie, mi favorita. Mi único título lo tengo en Bogotá en tierra. Es un privilegio trabajar con Albert, con un campeón de Grand Slam. Le tengo mucho respeto y admiración. Yo molesto mucho, soy muy intensa, estoy todo el día preguntándole de tenis, pidiéndole ver partidos. Soy como una esponja. Me gusta mucho el tenis, no solo para jugarlo, también para verlo, y con Albert quiero aprender todo lo que pueda. El tenis me parece un arte muy hermoso".