De momento, el cuadro del técnico español solo puede presumir de haber ganado la Supercopa de Italia al Juventus en el mes de diciembre. Desde entonces, ha ido perdiendo fuelle en la Liga hasta tenerla fuera de su alcance y solo está vivo en la Liga Europa.
El Lazio fue el verdugo de un equipo que llegó al Estadio de San Paolo con un resultado desfavorable del choque de ida. El 1-1 del Olímpico de Roma obligó al Lazio a intentar remontar una eliminatoria que tenía cuesta arriba.
Sufrió para conseguirlo. El Nápoles no se acomodó con el resultado e intentó ir a por el partido sin especular con el marcador. Aunque no hubo muchas ocasiones, el cuadro de Benítez disfrutó de las más claras.
La más importante la tuvo Manolo Gabbiadini, que mandó al palo una falta en la primera parte. Esa fue la oportunidad más importante del Nápoles, que, aunque dominó casi todo el choque, sufrió una gran decepción con el tanto de Lulic a falta de once minutos para el final.
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El Lazio aguantó las últimas embestidas locales y se llevó una victoria que vale una final. El Juventus será su rival y ambos reeditaran el último partido de la competición de la temporada 2003/04. En aquella ocasión ganó el Lazio y los hombres de Massimiliano Allegri querrán vengarse.