Desde el partido del Córdoba, cuando el Barça goleó por 5-0 en el Camp Nou en la Copa del Rey el pasado 10 de enero, hasta el partido ante el Deportivo, exactamente dos meses después, el Barcelona recibió 21 goles en 13 partidos, una media de 1,6 tantos por partido.
Málaga, Real Sociedad, Osasuna, Real Madrid, Valencia, Getafe, Granada, Milán y Sevilla se han encargado de que el Barcelona sumara una racha negra que no sucedía desde 1962.
Pero tras los dos últimos goles que recibió en su visita liguera al Santiago Bernabéu (2-1), y a tres días de la trascendental visita de Milan, donde tendrán que remontar un 2-0 desfavorable y no recibir ningún gol si no quieren verse obligados a tener que marcar como mínimo cuatro goles para clasificarse, el Barcelona ha puesto punto final a uno de los problemas que más preocupaban al cuerpo técnico en este arranque de 2013.