El incidente afectó emocionalmente a Adriano, que faltó al entrenamiento del viernes, y obligó a los dirigentes del club a anunciar que el jugador será liberado hasta el lunes y no será incluido en la delegación que viajará a Caracas.
"Adriano tenía que entrenar este viernes para cumplir con lo planeado, pero, por causa de un problema personal, que es notorio y conocido, el atacante no pudo venir", admitió el vicepresidente de fútbol del Flamengo, Marcos Braz.
"El lunes el Emperador regresará con fuerza máxima y realizará un entrenamiento para recuperar el tiempo perdido, pero, por causa de la ausencia, no enfrentará el Caracas el miércoles en Venezuela por la Libertadores", agregó el dirigente.
De acuerdo con versiones de prensa, el incidente ocurrió el pasado jueves cuando Adriano, tras regresar de Londres en donde integró la selección brasileña que el lunes se impuso a la Irlanda por 2-0 en un amistoso, asistió a un baile en una favela de la zona norte de Río de Janeiro en compañía de varios jugadores del Flamengo.
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Tras enterarse de las andanzas del ex jugador del Inter italiano, su novia, Joana Machado, acudió al local de la fiesta y desató su furia a pedradas contra los vehículos de los jugadores del club de Río de Janeiro estacionados frente al salón de baile, según la prensa deportiva.
La joven, visiblemente alterada y gritando, llegó a destruir los vidrios de cuatro vehículos antes de ser detenida por Adriano, con quien protagonizó una fuerte discusión frente a varios de los compañeros del jugador, de acuerdo con las versiones.
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Al parecer avergonzado por el incidente, el jugador de la selección brasileña se refugió en su casa y conversó por teléfono con los dirigentes del Flamengo para decirles que no estaba en condiciones psicológicas de asistir al entrenamiento.
"Estoy pasando por algunos problemas particulares, pero no tienen que ver con Joana", admitió el jugador en declaraciones publicadas por el diario Lance al justificar su ausencia en los entrenamientos.
La conflictiva relación entre el jugador y Joana Machado, que comenzó en 2008 cuando el delantero aún actuaba en el Inter y afrontaba problemas con la bebida, ha sido ventilada por los periódicos en otras oportunidades.
Las continuas peleas son destacadas en la prensa deportiva y la propia joven llegó a acudir el año pasado a los periódicos para anunciar que se había sometido a un aborto porque no podía tener un hijo con un futbolista que pierde el control cuando bebe.
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