Más allá de la brillante historia de ambas selecciones, en este torneo hicieron grandes partidos en los octavos de final, la ‘Mannschaft' superando 3-0 sin ningún problema a una inoperante Eslovaquia y la ‘Azzurra' con un contundente 2-0 ante la campeona de las dos últimas ediciones, España.
Se citaron así para un reencuentro en una etapa un poco antes de su duelo de hace cuatro años en las semifinales de la Eurocopa-2012, donde Italia se impuso 2-1 en Varsovia.
Pero ni de lejos esa ha sido la única vez que Italia ha amargado la existencia a Alemania en una gran cita.
Han sido un total de ocho los partidos de torneos mayores en los que Alemania no ha sido capaz de derrotar a Italia. Y eso incluye las semifinales del Mundial-2006 (2-0) que albergaban los germanos y la final del Mundial de España-1982 (3-2), dos resultados especialmente dolorosos.
La cuestión ha centrado gran parte de la semana en la concentración alemana en Evian, donde los alemanes han insistido en que no tienen ningún trauma por ello.
"No tenemos ningún trauma con Italia. No les tenemos ningún temor y confiamos en nuestras armas. Para mí, (el pasado) es un café frío. Prefiero un espresso fresco. Veremos qué gusto tiene", afirmó el seleccionador Joachim Löw, bromeando con esa metáfora.
Toni Kroos dijo que "no significa nada" esa estadística: "Primero porque son cosas del pasado y luego porque eso no se puede cambiar. El partido del sábado será nuestro examen más difícil en esta competición, con el adversario más fuerte hasta ahora". Pese a ello, se siente "muy optimista" ante el desafío.
- Bajas en la Azzurra -
Alemania llega con todas sus armas al partido, algo que no puede decir Italia, que tendrá bajas importantes.
Antonio Candreva, ya ausente en los octavos ante España, no se ha recuperado a tiempo de su lesión de aductor y también es segura la baja del italobrasileño Thiago Motta, que vio su segunda amarilla ante los españoles y tendrá que cumplir un partido de suspensión.
En duda está Daniele De Rossi, tras dañarse la cadera y un muslo en el partido de octavos final, en la que precisamente Motta había entrado en su lugar en el 51'.
"Que tengan un día de descanso más, que falta uno u otro en nuestro equipo... Eso son sólo excusas de perdedores", afirmó Alessio Florenzi sobre la cuestión de las bajas y sobre el hecho de que Alemania jugó un día antes su partido de octavos de final, con lo que debería llegar un poco más fresco físicamente.
"Ya hemos escalado montañas, pero ahora estamos ante el Everest", apuntó.
Italia no entraba en muchos pronósticos antes de la competición y poco a poco ha ido ganándose el respeto de todos, hasta el punto de ser firme candidato al que sería su segundo título europeo, después del de 1968 y cuatro años después de caer en la final 4-0 ante España.
Para Alemania, ganar esta Eurocopa sería su cuarta corona continental y el partido de Burdeos llegará 20 años y 2 días después de su último título en esta competición, el de Inglaterra-1996.
"Veinte años después ya es hora de escribir una nueva historia", afirmó el jueves el mánager general de Alemania, Oliver Bierhoff, que fue el autor de los dos tantos -uno de ellos un 'gol de oro' en el inicio de la prórroga- para ganar 2-1 la final de Wembley ante la República Checa.
Pero antes de pensar en la final y el título, los cuartos de final se presentan como un difícil desafío para ambos y las espadas están en todo lo alto.
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