El defensa galo de origen senegalés puede pasar a la historia como el primer futbolista que se pierde el contrato de su vida por un problema dental.
Suele ser raro que un futbolista profesional no pase la revisión médica previa al fichaje, pero más extraordinario aún es que el problema surja por la mala colocación de los dientes.
Todo parecía hecho este martes para la contratación de Cissokho, de 21 años, lateral izquierdo con contrato con el Oporto hasta el 2013. El Milán y el Oporto llegaron a un acuerdo para el traspaso, valorado por la prensa en alrededor de 14 millones de euros (19,6 millones de dólares).
El futbolista, que también interesaba al Atlético de Madrid, Lyon y Bayern de Múnich, iba a ganar un millón de euros (1,4 millones de dólares) por temporada.
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Este miércoles, el revés inesperado: los médicos del Milán concluyen que el jugador sufre una maloclusión (contacto irregular de los dientes del maxilar superior con los del inferior) que puede tener consecuencias de naturaleza ósea y muscular sobre la columna vertebral.
Cissokho se marchó de vacaciones sin firmar el contrato. La prensa deportiva italiana habla este jueves de la posibilidad de que, al final, el Milán reciba cedido al jugador seis meses y luego, con las oportunas medidas para corregir el problema, decida si lo ficha definitivamente.
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El defensa franco-senegalés ha declarado a medios portugueses que, por el momento, ha firmado un precontrato con el Milán y que su problema dental puede solucionarse.
Su caso no tiene precedentes, aunque sí se han registrado en los últimos años situaciones parecidas pero por otro tipo de problemas.
La más espectacular fue la del argentino Gabriel Milito. Su fichaje en el verano de 2003 fue recibido como una bendición en el Real Madrid de las estrellas, obsesionado con encontrar un relevo adecuado a Fernando Hierro en el centro de la defensa.
"Con este fichaje se cierra el discurso del central", dijo el 8 de julio el entonces director general deportivo del club blanco, Jorge Valdano, actualmente de nuevo como "brazo derecho" del presidente Florentino Pérez en su segundo mandato.
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Pero el discurso se reabrió tres días después cuando el Madrid desestimó el fichaje de Milito porque la revisión médica encontró problemas en su rodilla derecha.
El defensa central de Independiente ficho por el Zaragoza, donde cumplió cuatro temporadas a un nivel notable.
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Ya en el Barcelona, todo iba bien hasta que en abril del pasado año se lesionó en la famosa rodilla derecha, sin que haya vuelto a disputar un partido.
Ronaldinho, actualmente en las filas del Milán, también sufría problemas en la dentadura, aunque ello no impidió su fichaje en 2003 por el Barcelona, donde su magia y sus goles conquistaron el corazón de la hinchada azulgrana, además de dos Ligas y una Liga de Campeones europea.
Quien debía de tener problemas más que serios con la dentadura era el futbolista ecuatoriano Dennis Farías, del "Delfín", al que el internacional paraguayo Roberto Cabañas, del Barcelona de Guayaquil, y el argentino Sergio Décima, del Deportivo Cuenca, acusaron en 1993 de que les había mordido en la espalda.
Cabañas declaró luego, cuando era vacunado contra el tétano por orden del cuerpo médico del Barcelona para evitar infecciones, que nunca le había ocurrido una cosa parecida, "ni siquiera con un perro callejero".
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Farías negó rotundamente haber mordido a los dos jugadores y denunció una campaña de desprestigio en su contra.
La explicación que dio era bastante convincente: "Yo no puedo hacer tal cosa porque tengo dentadura postiza".
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