El nombre es familiar desde diciembre, pues Pascual Lezcano estuvo al frente de las negociaciones que trajeron a José Pékerman a Colombia. Su cara también pues, con actitud dura y rostro de pocos amigos , era el tipo joven y pelilargo que nadie conocía pero que salió en todas las fotos y tomas en la presentación oficial del seleccionador. Sin embargo, ahora el representante y yerno del DT de la Selección es el señor del escándalo. Es jarto el tema: es el representante de Pékerman, tiene negocios con Racing y justo convocan inesperadamente a Gio Moreno y a Teo Gutiérrez, cuyos pases aún tienen intereses de la 'academia' y otros empresarios argentinos detrás... Ojo, no estoy diciendo que Lezcano haya presionado o tenido que ver algo con la convocatoria de ellos dos, excelentes jugadores que ya han sido de Selección aunque no estuvieran en la última concentración en Madrid, pero como lo dice la vieja frase, "la mujer del César no sólo debe ser casta, debe parecerlo"... A Lezcano y Pékerman les ayuda menos que varias voces empiecen a señalar que el yerno es el encargado de mirar jugadores latinoamericanos para el Pescara, pues inmediatamente viene a la cabeza que Juan Fernando Quintero llegó a ese club justo después de haber sido seleccionado en los microciclos y la fecha eliminatoria inmediatamente anterior. El exNacional hizo méritos suficientes para ser tenido en cuenta (curiosamente para esta convocatoria no) y para lograr ser transferido a Europa, pero ahora, por la extraña presencia del representante de José todo se mancha. Tampoco ayuda que la convocatoria de Camilo Vargas, una apuesta más que interesante porque no sólo es el arquero del actual campeón y una promesa que ya tuvo un paso interesante por la Sub20, sea cuestionada porque, según denunció el colega Luis Alfredo Céspedes en La FM de RCN, al arquero le exigieron que firmara con Lezcano para ser convocado lo que, inmediatamente, aumenta su valor y prestigio internacional, pues en el mercado del fútbol haber tenido una convocatoria, sólo una, ya abre muchas puertas. Claro, la denuncia de Céspedes es gravísima y no se puede dar como un hecho hasta que no se compruebe, pero la "castidad" de Pékerman queda en entredicho, lo que no es bueno para él, para la Selección y para nadie. Menos cuando no habla ni da la cara. Menos aún cuando Luis Bedoya, tratando de explicar lo que hace su empleado, termina aceptando que no sabe lo que hace Lezcano, que prácticamente hace parte del cuerpo técnico. Y nosotros que creíamos que con la llegada de un DT extranjero a la Selección nunca se iba a volver a hablar de "cometas" en las convocatorias... Si quiere discutirlo en Twitter, mi cuenta es @PinoCalad
Actualizado: enero 25, 2017 12:09 p. m.